LONDRES.- Sólo para el Gran Premio de Brasil, el 31 de marzo en Interlagos, se registraría el retorno a las pistas del ex equipo Prost y, con ello, del piloto argentino Gastón Mazzacane, debido a la no fácil solución de los problemas de neumáticos y de motor que se le presentan a la escudería salvada de la bancarrota.
Según se supo hoy aquí, este martes llegarán a la base inglesa del equipo Arrows, ubicada en Leafeld, los dos chasis AP 04 que Prost había alistado en la fábrica de Guyancourt cuando todavía pensaba disputar el Mundial, acompañados por algunos técnicos de la ex "Prost Grand Prix" que ayudarán en su preparación.
Las tareas se efectuarán en la sede de Arrows desde el momento que su propietario, Tom Walkinshaw, tuvo un papel determinante para evitar la quiebra de Prost (fue él quien hizo intervenir al nuevo dueño, el industrial inglés Charles Nickerson) y allí se llevará adelante la asistencia técnica el equipo.
La misma estará confiada a la "Tom Walkinshaw Racing" (TWR), la empresa del manager inglés que en los últimos años diseñó y construyó partes de los chasis que corrieron el Mundial para el equipo del ex cuádruple campeón mundial francés.
Se espera también la presencia en Leafeld en los proximos días de Mazzacane y del otro piloto inscrito en el Mundial, el checo Thomas Enge, para ultimar las cuestiones pendientes, a partir de las respectivas butacas, pero las que siguen en pie son dos incógnitas fundamentales, vinculadas a los neumáticos y al motor a utilizar.
Mientras la fábrica francesa Michelin ya ha declarado que no está en condiciones de asistir con sus productos a otro equipo (ya es proveedora de seis), Bridgestone ha indicado que todavía no ha recibido ningún pedido oficial al respecto y que, en ese caso, debería analizar las posibilidades de hacerlo.
En cuanto al propulsor, por el momento la opción más factible es el uso del Hart V10 que Brian Hart proyectó en 1999 para Arrows, después que Walkinshaw había comprado el año anterior la escudería inglesa, pues parece descartado el recurso a los Ford-Cosworth que en el Mundial pasado utilizó Minardi.
Más allá de los límites en potencia y confiabilidad de estos viejos motores Hart, subsiste también el problema del anclaje de los mismos al chasis AP04, diseñados en un principio en función de los V10 Ferrari de segunda generación que Prost montó hasta el fin del pasado Mundial.