SYDNEY.- El tenista australiano Patrick Rafter admitió públicamente que pudo haber sido un "error" su selección para jugar el partido de dobles de la final de la Copa Davis de 2001, ante Francia, que ganaron los europeos tomándose así la revancha de la derrota que le infligiera Australia en 1999.
El capitán del equipo australiano de Copa Davis, John Fitzgerald, fue duramente criticado después que Rafter, en pareja con el actual número uno del mundo, Lleyton Hewitt, perdieran el crucial partido de dobles contra los franceses Fabrice Santoro y Cedric Pioline.
Después de ponerse en ventaja de un set y de estar a un punto de ganar el tercero, los australianos perdieron 2-6, 6-3, 7-6(5) y 6-1, lo cual les dio una ventaja de 2-1 a los franceses, que ganaron la Copa por 3-2, el pasado mes de diciembre en el Melbourne Park de la capital de Victoria.
Rafter estuvo en duda para disputar la final y debió tomar tabletas para calmar el dolor de una lesión crónica en un hombro, con la esperanza de alcanzar su soñado primer triunfo en la Copa Davis, antes de su retiro.
El doble campeón del US Open y dos veces finalista de Wimbledon ganó el primer partido de individuales frente al francés Sebastien Grosjean, antes de alertar a Fitzgerald y al entrenador del equipo, Wally Masur, sobre la posibilidad de que su hombro no soportara el rigor de otro partido.
Después de agonizar por toda una noche, Fitzgerald y Masur decidieron arriesgarse a jugar el dobles con la combinación Rafter-Hewitt, que le había ganado a Brasil en los cuartos de final de la Davis, en lugar de la combinación Todd Woodbridge-Wayne Arthurs, que derrotó a los suecos en la semifinal.
"Discutimos la situación durante casi cuatro horas el viernes por la noche. Aún en la mañana del sábado no se había decidido quien jugaría el partido de dobles", dijo Rafter durante el lanzamiento de la temporada 2002 de la liga nacional de "rugby league".
"El sábado Masur y Fitzgerald me preguntaron si quería jugar el dobles, a lo que les respondí que dependía de ellos, de la decisión que ellos quisieran tomar. Wally y Fitzy se la jugaron conmigo y mi hombro... Esas son decisiones muy pero muy grandes. Y en retrospectiva pudo haber sido la decisión equivocada. Pero se tomó la misma y hay que mantenerla", añadió el tenista.
Rafter, quien hasta ahora mantuvo que la decisión fue un riesgo que Australia debió tomar, destacó que Fitzgerald y Masur adoptaron la actitud de "si ustedes ganan el dobles, ganamos la final".
Pero Pioline y Santoro ganaron el dobles, Hewitt venció a Grosjean en el tercer partido de individuales para igualar el marcador 2-2, y Rafter no pudo disputar el partido definitivo, en el cual Nicolás Escude se impuso fácilmente a un tenso Wayne Arthurs.
El error de Fitzgerald le impulsó a pronunciar la frase ya famosa de "hay una línea muy delgada entre ser un genio o un idiota".
Es casi seguro que Rafter ya no tenga otra oportunidad de ganar la Copa Davis, con Australia eliminada de la actual temporada, y con el tenista de 29 años más cerca del retiro definitivo que del retorno a la competición.