LLORET DE MAR, Gerona.- El piloto español Carlos Sainz (Ford Focus WRC), tras el infortunio que le ha perseguido en las jornadas de entrenamiento, intentará este viernes empezar con buen pie el Rally Cataluña, en el que el podio volverá a ser el objetivo prioritario, aunque este año el asfalto parece reservado para los Peugeot y Citroen.
Después de que Sainz sumase el pasado lunes un nuevo inconveniente en su dilatada carrera, con la pérdida de su copiloto Luis Moya por un accidente en los entrenamientos, el piloto madrileño tendrá un nuevo compañero de viaje, el catalán Marc Martí, quien desde hace tres días sólo vive para entender e interpretar las complicadas anotaciones del copiloto gallego.
Será un reto que en el mundial de rallys difícilmente se da, pero Sainz, que mañana pasará a ser el piloto que más pruebas del mundial habrá disputado (155), uno más que Juha Kankkunen, siempre ha cobrado vigor ante las adversidades. Su historial, repleto a veces de infortunios, sitúa a Carlos Sainz en lo más alto de la cúspide, donde se encuentran los grandes de esta especialidad: 23 triunfos, 2 títulos del mundial, 4 subtítulos y 3 terceras posiciones.
Peugeot arranca con ventaja
El asfalto continúa en el Mundial, después del Rally de Córcega (Francia), y en esta superficie la victoria parece estar arraigada a Peugeot. El equipo francés obtuvo una incontestable e insultante victoria en la isla del mediterráneo hace dos semanas, al copar las tres plazas del podio: victoria del francés Gilles Panizzi, segundo el finlandés Marcus Gronholm y tercero el vigente campeón del mundo, el británico Richard Burns.
La lluvia se hace casi imprescindible para que Ford y Subaru, entre otras marcas, puedan batallar en igualdad de condiciones con Peugeot y Citroen, pero parece bastante improbable, según las predicciones meteorológicas, que las nubes tapen el sol que aseguran que reinará los tres días del Rally de Cataluña.
En el equipo Ford, además de la inclusión del copiloto Marc Martí en el vehículo de Sainz, destaca también la participación del británico Colin McRae, quien parece recuperado del grave accidente sufrido en Córcega, donde se rompió el dedo meñique.
Sainz desea repetir podio, como lo hiciese en Montecarlo y Suecia, pero sobre todo su deseo máximo se centra en no perder de vista al grupo de cabeza en la clasificación, para lo cual es imprescindible que sume puntos.
En peor situación se encuentra McRae, bastante descolgado en la clasificación, aunque el rally catalán siempre se le ha dado bien al británico (lo ha ganado en dos ocasiones).
El objetivo de Peugeot es consolidarse en las dos clasificaciones (pilotos, Gronholm (18 puntos), y marcas, Peugeot (36 puntos) e intentar una nueva proeza como la firmada en Córcega o, incluso, el doblete del año pasado en Cataluña.
Citroen vuelve al Cataluña, una cita que está marcada en su calendario como el rally que más expectativas le ha originado al constructor francés en los últimos años. Después de la ausencia de Bugalsky en Córcega, Citroen regresa al mundial con su trío de lujo: Thomas Radstrom, Sebastien Loeb (segundo en Montecarlo, tras perder la primera posición por una penalización) y Philippe Bugalski (vencedor en 1999, aunque también perdió el año pasado en Cataluña el liderato por una penalización, en beneficio de Didier Auriol).
Será interesante comprobar el pulso entre los dos equipos franceses (Citroen y Peugeot), pues ambos en asfalto vuelan como ningún otro coche. El año pasado ya dieron una exhibición en el mismo asfalto y este año no se espera menos de ellos.
Citroen también tendrá a Jesús Puras a los mandos de un Xsara XRC, aunque el cántabro no puntuará para el mundial, ya que correrá con un equipo privado. Puras ha sido uno de los elementos más desestabilizadores en los últimos años en las carreteras catalanas, pues su pilotaje despertó admiración y entusiasmo entre los aficionados, aunque el Citroen nunca le acabó de responder.
El vigente equipo campeón del mundo, Subaru, se presentará en Cataluña con Tommi Makinen (segundo en el mundial a ocho puntos de Gronholm) y Peter Solberg, con la aspiración de sacar el máximo rendimiento de la última evolución del Impreza, el WRC2002. Makinen confía en que las mejoras de Pirelli sean un hecho en las carreteras catalanas, donde el cuatro veces campeón del mundo considera que el Impreza está claramente por encima del que dio batalla en Córcega.
Mitsubishi, con el francés Francois Delecour como máximo exponente de la marca asiática, regresa a Cataluña con diferentes expectativas a las que proyectaba el finlandés Tommi Makinen cuando lideraba el equipo.
Después de puntuar en Córcega en la clasificación de marcas, Delecour espera que la experiencia adquirida en las carreteras catalanas, después de ocho años compitiendo en ellas, pueda situar a Mitsubishi nuevamente en los puntos e incrementar la progresión.
Hyundai se ha marcado como objetivo intentar obtener el máximo rendimiento del nuevo Accent WRC3, que en Córcega dio tan buen resultado. Los dos pilotos que se encargarán de luchar por los puntos son Armin Schwarz y Freddy Loix, aunque sus objetivos quedarán reducidos a la espera de que desde la cabeza vayan cayendo los rivales.
El equipo checo Skoda tiene centradas sus esperanzas en el veterano Kenneth Eriksson, quien en Córcega abandonó a falta de pocos tramos para el final, mientras que confía también en el trabajo de Toni Gardemeister y Roman Kresta.