SANTIAGO.- Todos aquellos que vieron las imágenes cuando el jugador de Sao Caetano, Adaozinho, golpeó sin contemplación al volante de Cobreloa, Rodrigo Meléndez, alzaron la voz y dijeron que el futbolista brasileño merecía una sanción ejemplificadora.
Pues bien, la Confederación Sudamericana de Fútbol apenas aplicó un partido de suspensión al mediocampista paulista, igual castigo que sufrió el defensa de Universidad Católica, Fernando Solís, tras ser expulsado ante Flamengo por una entrada con demasiada vehemencia.
Adaozinho cumplirá su sanción el 28 de marzo en el encuentro que su club sostendrá con Alianza de Lima, mientras que Solís lo hará el 2 de abril en el match que la UC jugará con Olimpia en Asunción.
No cabe duda que la Conmebol se equivocó. El golpe de puño del jugador brasileño fue observado en todos aquellos países donde la cadena Fox Sports se ve, menos por el árbitro argentino Horacio Elizondo (estaba de espaldas a la "jugada" de Adaozinho) y los directivos que sancionaron la agresión y la posterior expulsión.
Lo curioso es que el portero de Gremio, Danrlei, fue suspendido por un año tras agredir con un puntapié a la altura del tobillo al árbitro asistente Walter Enrique Rial, falta catalogada de "grave" por la Conmebol.
¿Acaso la "caricia" que recibió Meléndez no merecía una sanción parecida? ¿Por qué en algunos casos se utiliza el video de los partidos como prueba e incluso se castiga a un jugador sin que éste haya sido expulsado durante el partido. La Conmebol tiene la respuesta.