MANLLEU, España.- El francés Gilles Panizzi (Peugeot 206 WRC) ha vuelto a dar un nuevo repaso a sus rivales en la segunda jornada del Rally de Cataluña, al consolidar su liderato a base de obtener casi todos los ’scratch’.
A diferencia de la jornada de Tarragona, en la que Panizzi se llevó los cinco tramos celebrados (Riudencayen se anuló), hoy el francés sólo ha cedido uno (Coll de Bracons), en beneficio del noruego Petter Solberg (Subaru Impreza WRC), quien en la décima especial le ha sacado sólo dos décimas al líder.
Precisamente en la especial de Coll de Bracons, en la segunda pasada -la primera, igual que Vallfogona, fue suspendida-, el madrileño Carlos Sainz (Ford Focus RS WRC) dijo adiós al rally, después de un accidente en el que perdió una rueda.
En el parque de asistencia de Manlleu, Sainz se quejó amargamente porque a su entender el tramo debería haber sido suspendido, a consecuencia de la gran cantidad de coches que aún estaban dentro de la especial. A ojos del campeón español, algunos de ellos, incluso, con dos ruedas en el asfalto.
Por este motivo, Carlos Sainz relató que en una curva en sexta se encontró con vehículos privados que invadían la calzada y, en el intento de rectificar la trayectoria, hizo un trompo con el que giró el coche, el cual se detuvo al chocar con una piedra tras recorrer unos 200 metros desbocado. A pesar de las quejas del madrileño, que han llegado hasta la organización, ningún otro vehículo de los alrededor de sesenta que aún quedan en carrera padeció percance alguno en este tramo tan polémico.
Coll de Bracons no ha sido el único tramo cronometrado que ha llevado de cabeza hoy a la organización de la prueba catalana. Igual que sucediese ayer en las carreteras de Tarragona con la primera especial, al comisario de la FIA y al RACC no le han temblado el pulso cuando decidieron que el primer pase por el Coll de Bracons y Vallfogona se debía suspender por la cantidad de vehículos particulares que entorpecían el desarrollo de la prueba.
Sin estas dos especiales, más la de ayer, daba comienzo por la tarde la última parte de la segunda etapa del rally con sólo un 66% de las especiales realizadas. La lucha volvía a establecerse entre los Peugeot de Gilles Panizzi y Richard Burns y los dos Citroen de Philippe Bugalski y Sébastien Loeb.
El margen obtenido ayer en Tarragona por Panizzi le permitió vivir de rentas. A excepción del segundo pase por Coll de Bracons, el francés se llevó todos los ’scratch’ de la jornada y ello le otorgó mayor margen respecto a sus rivales; Burns se encuentra a 44 segundos, Bugalski a un minuto y Loeb, en cuarta posición, a uno y medio.
El tercer Peugeot, el del finlandés Marcus Gronholm, está en quinta posición a casi dos minutos, mientras que el primer coche no francés es el del noruego Petter Solberg (Subaru Impreza WRC), quien hoy ha firmado sorprendentemente el mejor tiempo en una especial. Solberg es el único Subaru oficial en la carrera, después de que el cuatro veces campeón del mundo Tommi Makinen no saliese a la carretera por problemas mecánicos.
En la tercera y última etapa de mañana, nuevamente las carreteras de la demarcación de Gerona y Barcelona volverán a albergar aludes de aficionados y decidirán el ganador del rally, cuyo máximo exponente es el francés Panizzi, quien podría firmar su segunda victoria tras ganar en Córcega.