MANLLEU.- El piloto francés Gilles Panizzi (Peugeot 206 WRC) ha ganado hoy el Rally de Cataluña, cuarta prueba puntuable del mundial de la especialidad, mientras que el finlandés Marcus Gronholm (Peugeot 206 WRC) se mantiene líder de la clasificación, después de acabar cuarto en la carrera.
Panizzi volvió a exhibirse con su Peugeot en el asfalto de las carreteras catalanas, de la misma forma que hace unas semanas se paseó en Córcega, donde además de ganar el rally marcó el mejor tiempo en nueve tramos y no abandonó el liderato desde la primera especial. En el rally español, Panizzi marcó el ’scratch’ en once diez tramos (el decimoséptimo compartido con Markko Martin, Ford Focus Rs WRC) y tampoco abandonó el liderato desde la primera especial disputada (Pratdip).
En el Cataluña la historia se relató como en Córcega. Los Peugeot partían como favoritos, debido a que la marca francesa ha conseguido poner en escena a vehículos claramente superiores a sus rivales y, con la aportación de Michelin, el equipo no tiene rival cuando se trata de competir en asfalto.
En otro plano viven resignados el resto de equipos. Es otra guerra en la que batallan el resto de marcas importantes: Ford, Subaru y Citroen. Esta última, con sus dos pilotos oficiales (Philippe Bugalski y Sébastien Loeb), presentó un interesante duelo a los Peugeot, aunque al final sólo Bugalski acabó la prueba (tercero), ya que Loeb se salió de la calzada en el decimocuarto tramo (La Roca).
Así, Peugeot ha vuelto a colocar en lo alto del podio a dos pilotos (en Córcega fueron los tres) y en el Mundial de marcas cobra una ventaja sustancia (52 puntos), por delante de Ford (25) y Subaru (20).
Los dos pilotos de Ford que ha podido arañar puntos para la marca han sido el británico Colin McRae, que ha acabado sexto, debido a que Carlos Sainz se retiró el sábado de la prueba tras romper la rueda izquierda de la parte trasera en un accidente, y Markko Martin, que ha concluido en octava posición.
Carlos Sainz, que hasta el accidente daba por buena su actuación, a pesar del insultante dominio de Peugeot y Citroen, no vio recompensado su éxito particular (en el Cataluña corrió su rally 155, récord de participación) y volvió a irse de vacío.
Al binomio Ford-Pirelli, según expresó ayer Sainz, aún le queda un gran recorrido para mantenerse en el nivel de competitividad de las marcas más punteras de este Mundial.
El Rally de Cataluña cierra su trigésimo octava edición con más incidencias de las previstas. En las jornadas previas al rally, la organización tuvo que negociar intensamente con los sindicatos agrarios de la zona, ante la negativas de estos para que se celebrase la prueba. Al final, las negociaciones llegaron a buen puerto y la prueba se pudo correr.
Pero los problemas no acabaron aquí, pues el primer tramo cronometrado el rally (Riudencanyes, 12,66 kilómetros) se debió suspender por la afluencia masiva de espectadores y por la mala colocación de los vehículos, muchos de los cuales tenían dos ruedas en la calzada.
La llamada a la colaboración solicitada por la organización del rally no encontró eco en la segunda etapa, pues las dos primeras especiales de ayer (Coll de Bracons y Vallfogona) también se suspendieron por idénticos motivos que los que originaron la neutralización de la especial de Tarragona.
Ante el posible descontrol que se pudiese producir hoy, y ante el temor de que el rally pudiese ser suspendido (para ser válido se deben disputar dos tercios de los kilómetros de las especiales), el RACC decidió cerrar los tramos esta noche por sorpresa a las 11:00 horas. El resultado fue satisfactorio, pues en los tres tramos de la jornada (La Trona, La Roca y Viladrau) no hubo ningún problema con los aficionados ni con los coches mal situados.