SANTIAGO.- Rostro cansado tiene Jorge Aguilar. "Esta semana he tenido que levantarme temprano para entrenar", reconoce. Pero está consciente de que su carrera como tenista está recién empezando. Tras recibir su invitación para integrar el equipo chileno de Copa Davis frente a Canadá, el tenista de La Reina viajará a España para ponerse a las órdenes de su flamante entrenador, el hispano Jordi Vilaró, que ganó la ensaladera hace doce años.
"Esta idea fue del Checho (Sergio Cortés, tenista retirado). Conocía a (Alberto) Berasategui y le pidió que le recomendara a alguien para mí y le dijo Jordi Vilaró. De ahí surgió la idea, que fue apoyada por Carlos Espinoza (uno de los empresarios que invirtieron en Aguilar). A Vilaró no lo conozco mucho. Una pura vez lo vi, en Viña. Después me vino a ver en el (Estadio) Palestino, en el torneo de la gira sudamericana junior".
Antes de partir tuvo tiempo para hablar con EMOL. Confesó que su familia lo "quedó mirando" cuando se enteró de su viaje. Estará cuatro meses entrenando en Barcelona, donde será evaluado. Volverá a Chile y tomará una decisión clave en su carrera.
Aguilar va a aprovechar su viaje a España para participar de torneos Futures (los de menor cuantía en el circuito adulto) y de los Grand Slam en su versión para juveniles: "Mi sueño siempre ha sido ganar Roland Garros. Ahora lo voy a jugar por primera vez. También voy a estar en el US Open y en Wimbledon", comenta, a la vez que asegura no haber competido nunca sobre pista de hierba.
A pesar de que va a Europa a aprender, Aguilar se pone metas bien concretas para esta temporada: "Quiero estar entre los quince mejores del mundo y para el próximo año, quedar entre los cinco primeros. Yo creo que se puede. En cuanto a puntos ATP, me gustaría sacar cinco puntos este año. Ya el próximo quiero jugar más ATP que en juniors".
El tenista reconoce la dificultad de su periplo. "Es posible que pierda cinco rondas seguidas. Obvio que te vas a desmotivar, vas a decir 'pucha no he hecho nada'. Pero ahí hay que ser fuerte, hay que decir, soy menor, tengo que seguir entrenando duro porque en algún momento tienes que despegar".
Davis: "Si me meten a mí o al Guille será lo mismo"
La reciente nominación de Guillermo Hormazábal y Jorge Aguilar al equipo chileno de Copa Davis, llenó de entusiasmo a la pareja juvenil: "A mí me gustaría que el Pato (Cornejo, capitán del equipo) me diera la oportunidad de jugar. Demostraría que tengo nivel que demás se puede sacar ese puntito, luchándosela toda", reconoce Aguilar.
La carencia de una pareja de dobles para nuestro país se ha hecho evidente en los últimos desafíos. La repsuesta puede estar en Aguilar-Hormazábal: "Con Guille ya hemos hablado y haremos todo lo posible por sacar ese punto. Me gustaría estar en el dobles para saber cómo se siente jugar en Copa Davis".
Si hubiera lesiones o abandonos en la delegación nacional, Cornejo debería apelar a uno de los juniors: "Ahí tiene que ver el Pato a quien puede elegir. Yo con Guille somos dos jugadores super parejos. Da lo mismo a quien ponga porque los dos estamos entusiasmados con la posibilidad de jugar. Si eligen a Guille igual bien, si me meten a mí será lo mismo".
"Todavía me falta sacarme la mentalidad de junior"
Si bien el ascenso de Aguilar en el circuito ITF ha sido sustancial, no se puede escatimar en las derrotas impensadas que a tenido. Como aquella que le significó perder el título de la etapa de Santiago de la gira por Sudamérica, frente al brasileño Bonatto:
"No supe cerrar el partido. Ahí me falló más la cabeza, me quería sacar rápido el problema. Todavía me falta un poquito más de profesional, estoy sacándome la mentalidad de junior. Te falla la cabeza porque los golpes están. En un partido puedes ganar 6-5 y 40-15, se te va ese juego y empiezas a regalar el partido", asegura el tenista.
Aguilar reconoce a Pete Sampras a nivel mundial y al "Chino" Ríos, en Chile, como sus ídolos. Si le preguntan en quien de sus pares se fija, responde claro: "No miro a nadie en juveniles, porque todos son ganables. A Bryan (Dabul, número dos del ránking junior) lo he tenido ahí. Estuvimos ahí 6-4, 5-4 y 40-30 y se me escapó. Después en otro partido me ganó 7-6 el tercero y luego 6-4 el tercero. Lo he tenido a punto".
El tema con la Federación
Publicitado, incluso más que los méritos deportivos de Aguilar, fue el impasse que surgió entre él y la Federación de Tenis de Chile (FTCH), luego de que Jorge no firmara el contrato que a través del organismo, presentó la internacional Octagon.
Se habló de sobornos a la familia del tenista para evadir el contrato y de deslealtades: "Luchín Guzmán (entrenador de Aguilar en la FTCH) dijo muchas cosas que fueron más que nada disparates. Nunca nos dieron plata, ni a mi padre ni a nadie en la familia".
En cuanto a la beca que se le habría quitado al hermano de Jorge, también tenista, reconoció que "le dijeron que ya no podía pagar los $75.000 que pagaba, porque ahora todos los niños iban a cancelar lo mismo. Ahora paga $250.000. Está bien que le cobren. De hecho a mí no me parecía correcto que hubiera niños que pagaran más o menos".
Se llegó a un acuerdo que dejó gusto amargo en ambos bandos, FTCH y Aguilar. El tenista deberá cancelar 20.000 dólares a la federación en cuotas, por concepto de los gastos en que incurrió desde los doce años, cuando fue becado por Carlos Herrera para que entrenara en el Centro de Alto Rendimiento del tenis.
Finalmente, Aguilar asume la importancia de que a Hormazábal lo maneje la internacional Octagon: "No jugué en Viña porque ya se me había dado una invitación para lo que fue la Copa Ericsson (en 2001). Entoces ahora le correspondía al Guille que le dieran el wild card. Además, firmó el contrato con Octagon y esta empresa tiene que ver algo con los torneos ATP".
