IMOLA, Italia.- El volante colombiano Juan Pablo Montoya piensa tanto en "venganza" como en victoria para el Gran Premio de San Marino del domingo. Con razón o no, el conductor de Williams todavía está con la cabeza caliente por su colisión con el coche Ferrari del tetracampeón mundial Michael Schumacher en la primera vuelta del circuito brasileño de Interlagos, en la última carrera, hace dos semanas.
Los dos volantes han mantenido un duelo desde el comienzo de la temporada, con Montoya tratando de competir con el alemán.
En la línea de salida en el Gran Premio de Brasil, Montoya acusó a Shumacher de cerrarle el paso cuando trataba de adelantar en la cuarta curva, algo que le costó que se desprendiera parte del alerón delantero de su Williams cuando pegó con las ruedas traseras del Ferrari.
"Yo creía que era alguien leal con el que (podía) correr, pero definitivamente no lo es", dijo a los periodistas en Interlagos, en Sao Paulo.
"Lo único que cambiará probablemente en Imola es cómo voy a ir rueda a rueda con Michael", agregó Montoya en un artículo en la revista británica Autosport.
"Si a Michael se le permite correr de la forma que vimos en Brasil, yo voy a correr de igual forma a partir de ahora", dijo el colombiano, que tuvo roces con el coche de Schumacher en la primera curva en Malasia y fue penalizado por ello.
Primera prueba en Europa
Imola, el circuito local de Ferrari y el primero de Europa de esta temporada, representa una oportunidad perfecta para que el colombiano quede primero.
Pero su compañero de Williams, Ralf Schumacher, hermano menor de Michael, también quiere participar en la fiesta pues tiene algo que decir también al tetracampeón.
Ralf quedó segundo tras Michael en Brasil, luego de haber ganado en Malasia. El año pasado ganó su primera carrera precisamente en Imola, dándole de paso a William su primera victoria luego de tres años.
Ahora, Williams encabeza las posiciones de marcas, seguido de Ferrari, y Ralf llega a su conocido circuito como gran rival de su hermano, que lo supera por ocho puntos en las posiciones de conductores.
Imola, escenario de la muerte del campeón brasileño Ayrton Senna, con Williams, en 1994, ha dado a esta escudería más éxitos que otros circuitos.
"Me gustaría lograr la victoria que se me escapó en Brasil", dijo Ralf la pasada semana. "El circuito de San Marino me viene bien, con trazos rápidos... así que no hay razón para que no seamos competitivos otra vez".
Michael ganó el Gran Premio de Brasil con el nuevo coche F2002 de Ferrari y su compañero Rubens Barrichello tendrá también ese modelo en Imola, algo que el brasileño no pudo disfrutar en Interlagos.
Ese factor podría hacer que Barrichello lograse sus primeros puntos de la temporada luego de tres abandonos.
Michael Schumacher, que tratará de lograr su tercera victoria en cuatro carreras, se retiró en Imola el pasado año pasado debido a un aro metálico de rueda dañado.
"El BMW-Williams será claramente el equipo con el que tendremos que competir mayormente en Imola", dijo el volante de Ferrari esta semana. "Incluso eran muy fuertes el año pasado".
Schumacher dijo que mientras Williams puede contar con la velocidad, el alerón trasero nuevo de Ferrari y su condición aerodinámica contrarrestarían esa situación.
"Pero debemos recordar que sólo ganamos en Interlagos porque la oposición no logró sacar el máximo de su maquinaria. Esperamos que los aficionados nos ayuden. Lo vamos a necesitar, dada la competitividad de Williams", agregó.
