ROMA.- Aunque muy remotas, no parecen haber desaparecido del todo las esperanzas de que Gabriel Batistuta anticipe su retorno para el domingo próximo ante Milan, pese a que los médicos de Roma habían diagnosticado inicialmente que volvería en diez días.
Batistuta fue el martes a la concentración de Trigoria, donde se sometió a una sesión de fisiokinoterapia por un problema en el tobillo derecho y, cumplido el tercer día de reposo absoluto después del accidente del domingo en el estadio Olímpico, se aprestaba a volver a entrenar con sus compañeros.
Batistuta está perfectamente bien y el único obstáculo son los ocho puntos de sutura que lleva en el labio inferior izquierdo y los temores del equipo médico de Roma son que un eventual golpe en esa zona durante el juego, donde lo impactó el botín izquierdo de Fabio Cannavaro, pueda agravar la situación.
Se pensó en un primer momento incluso en una máscara protectora pero la eventual solución fue descartada de inmediato por los médicos porque la misma sólo es utilizada en los casos de traumas nasales y porque a su aplicación le faltaría el indispensable punto de anclaje.
Sólo el viernes -día en que le quitarían al jugador algunos puntos de sutura, si la herida sigue mejorando- se tendrá un panorama definitivo sobre la eventual utilización, incluso parcial, del jugador, quien ha expresado al técnico Fabio Capello su deseo de jugar, siempre que ello sea autorizado por el "staff" sanitario que encabeza el doctor Mario Brozzi.
Pero, según trascendió hoy, por más que Batistuta esté bien, Capello, en coincidencia con los médicos, preferiría no arriesgarlo y se especula que el fuerte deseo del argentino sería su única carta para jugar el domingo en San Siro.
Capello piensa en cambio en el retorno de Francesco Totti y aguarda que Marco Delvecchio se recupere de una lesión para estar el domingo en un clásico que puede definir el scudetto.
