LONDRES.- David Beckham, mediocampista internacional inglés del Manchester United y capitán de su selección, reveló hoy que la esperanza de poder jugar en el Mundial es "la gran motivación" que le ayuda a mantener el ánimo, en la que calificó como "la prueba más dura" de toda su carrera.
El capitán de Inglaterra, de 26 años se fracturó un dedo del pie izquierdo en el partido de cuartos de final que su equipo disputó contra el Deportivo de la Coruña la pasada semana, convirtiéndole en baja inmediata y haciendo peligrar sus opciones de intervenir en la cita asiática.
"El Mundial es lo único que me está motivando, es la luz al final de túnel", dijo hoy Beckham a los medios británicos y por primera vez desde que abandonase el estadio del Old Trafford para ser tratado por los médicos tras su colisión con el jugador deportivista Aldo Duscher.
"Esta es la mayor prueba mental de toda mi carrera. Nunca antes había tenido una mala lesión y es algo duro, pero lo tengo que asumir de la mejor manera", comentó el jugador, que añadió que "hay cosas mucho más importantes en el mundo que mi pie izquierdo".
El capitán del combinado nacional que entrena Sven Goran Eriksson -cargo que ha asumido temporalmente el delantero del Liverpool Michael Owen- explicó que perderse el final de la Liga de Campeones y no estar en la última fase de la competición inglesa junto con su equipo, el Manchester United, han sido sus "principales preocupaciones".
De la liga doméstica, el mediocampista señaló: "Si conseguimos llegar a la final, quizá pudiese tener una oportunidad de jugar, pero hablo así con el corazón y no con mi cabeza. Podría recuperarme antes de lo que pienso, aunque siendo realistas, no creo que esto sea posible".
En cuanto al jugador argentino del conjunto gallego de Javier Irureta, Aldo Duscher, cuya fuerte entrada en el estadio del Old Trafford motivó la lesión del internacional inglés, Beckham aseguró no guardar ningún rencor. "Creo que fue una entrada desafortunada. Me ha pedido disculpas y las acepto", comentó.