LONDRES.- La policía confiscó en el Reino Unido los pasaportes de más de 1.000 "hooligans" (hinchas violentos) para impedir su asistencia a los partidos del Mundial 2002 en Corea del Sur y Japón.
Los seguidores de fútbol con un "perfil sospechoso" a sus espaldas o aquellos forofos del balompié portadores de un historial criminal quedarán excluidos, como precaución, de las gradas de los estadios que acogerán los encuentros que se disputarán en Corea y Japón.
Esta cifra de aficionados "considerados violentos" (llamados más comúnmente "hooligans") es diez veces mayor a la cantidad de seguidores a los que ya se prohibió la entrada en la Eurocopa 200, según revelaron hoy fuentes policiales.
Los agentes pidieron a 112 aficionados de los clubes Cardiff City, 98 del Stoke City, 66 del Leeds United y 23 del Millwall que entregaran sus pasaportes antes de la medianoche del pasado jueves y se les comunicó que tan sólo se les devolvería este documento tras la conclusión de la Copa del Mundo.
Durante la pasada semana, dos agentes de los Servicios Secretos Japoneses se desplazaron al Reino Unido para estudiar los perfiles de 200 individuos, a los que se calificó como "sospechosos potenciales" de originar escándalos de este cariz, gracias a informes facilitados por la policía británica.
El responsable del Departamento de Criminalidad del Servicio Secreto Británico (NCIS), Bryan Drew, admitió hoy haber investigando los perfiles de los mencionados individuos, con la ayuda de los dos agentes japoneses, y durante los dos años anteriores.
"Tenemos la potestad suficiente para impedirles abandonar el país", dijo Drew al canal británico BBC.
Apuntó que el próximo "objetivo" de los Servicios Secretos consistirá en analizar a aquellos "aficionados que impliquen algún tipo de riesgo", a los que definió como "gente que normalmente no recibe prohibiciones relacionadas con el fútbol, pero que podría contar con un historial criminal en este país".
Los mencionados factores bastarían para que las autoridades japonesas les prohibiesen la entrada.
