MONTECARLO.- El alemán Michael Schumacher (Ferrari F2002) parte como claro favorito para conseguir la victoria en el Gran Premio de Mónaco, que sería su sexta en el Principado con lo que igualaría las del brasileño Ayrton Senna, sobre todo después del escandaloso final de Austria en el que su compañero, el brasileño Rubens Barrichello, tuvo que dejarle ganar por las órdenes dadas por el equipo.
Ahora el director deportivo de la escudería, el francés Jean Todt, teme más la reacción hostil del público, ya expresada en el circuito A1 Ring, que la de sus rivales, en clara inferioridad técnica.
Salvo incidentes, algo que en Mónaco es más frecuente de lo que los pilotos desean, ya que cualquier error se paga con un golpe contra los raíles de protección, los Ferrari tienen tal superioridad que es difícil que se les escape la victoria en este peculiar circuito urbano.
De nuevo el Williams FW24 BMW del colombiano Juan Pablo Montoya será el principal rival de Michael Schumacher. Las diferencias entre los coches, sobre el papel, no deben ser tan grandes como en otros circuitos y los neumáticos pueden ser un punto a favor muy importante a la hora de luchar por la victoria.
Tanto Michelín, que equipa a los Williams, como Bridgestone, que los hace a Ferrari, han diseñado neumáticos específicos para esta carrera y de su rendimiento puede depender mucho el resultado final. En Austria, Montoya hizo toda la carrera con el mismo juegos de neumáticos y de poderlo repetir aquí en Mónaco eso podría representar el ahorrarse unos segundos muy valiosos.
El número de aspirantes a subir al podio en esta carrera aumenta notablemente y aunque hasta en lo que va de temporada, la tercera parte, los McLaren-Mercedes del británico David Coulthard y del finlandés Kimi Raikkonen no han brillado mucho, podrían hacerlo aquí.
La escudería Jaguar es de las pocas que no ha probado entre Austria y Mónaco. No hay nada que probar, y la incógnita para el español Pedro de la Rosa y el británico Eddie Irvine, que el año que pasado fue tercero, es si en este circuito en el que no se alcanzan grandes velocidades, el coche será suficientemente competitivo.
Hasta ahora, a De la Rosa no se le ha dado bien este circuito urbano, en el que cuenta sus actuaciones por retiradas, pero en esta ocasión, a pesar de tener un coche muy poco competitivo, quizás cambie su suerte.
El Gran Premio de Mónaco no tiene nada que ver con el resto de las dieciséis pruebas del mundial y los equipos afrontan también los entrenamientos de una manera distinta. Aquí se trabaja en las sesiones libres para lograr el mejor tiempo posible en las pruebas de clasificación del sábado por la tarde, porque los adelantamientos son imposibles y cuanto más arriba se esté en la formación de salida mejor.
La preparación del coche para la carrera del domingo es en esta ocasión accesoria y se realiza cuando se ha logrado ya la puesta a punto para la clasificación.