LOS ANGELES.- La hora para que los Kings de Sacramento, el "Equipo de América", pueda brillar por completo dentro de la NBA está a sólo una victoria más, que tendrán que conseguir con Chris Webber y Mike Bibby de líderes frente a Los Angeles Lakers de Shaquille O’Neal y Kobe Bryant.
Los Kings, después de ganar en un dramático final por 92-91 el quinto partido, tienen la ventaja de 3-2 en la serie de las finales de la Conferencia Oeste y su primera gran oportunidad de llegar a las finales de la NBA la tendrán cuando este viernes se enfrenten a los Lakers por el sexto partido en el Staples Center de Los Angeles.
Tanto Webber como Bibby están convencidos y motivados de que no sólo pueden ganar a los Lakers, sino que además cuentan con posibilidades de lograrlo de nuevo como visitantes.
"Después de todo lo que sucedió en el tercer y cuarto partido, no tenemos ninguna duda de que estamos listos para volver a hacer un gran baloncesto", declaró Webber. "Estamos mentalizados de que nos falta una victoria más en el objetivo de luchar por un anillo de campeones".
Webber considera que el sueño de eliminar a los Lakers para luego jugar las finales de la NBA está muy cerca de hacerse realidad porque en el campo han demostrado que son un equipo ganador.
"Muy pocos después de la derrota que sufrimos en el cuarto partido con el triple de Robert Horry pensaron que íbamos a reaccionar con un triunfo en el quinto partido", comentó Webber. "Tampoco muchos pensaban que la serie con los Lakers podría llegar a cinco partidos y menos con la ventaja de nuestro lado".
Bibby, el "nuevo Stockton"
Pero la realidad es que junto a Webber el surgimiento en plan de figura de Bibby, el base que ya comienzan a comparar en la NBA como el nuevo John Stockton, le ha dado a los Kings un apoyo de unos promedios de 22 puntos, cinco asistencias y tres rebotes en los cinco partidos disputados contra los Lakers para ser la gran diferencia ganadora.
"Nuestro sentimiento es de un gran respeto por los Lakers porque son los dobles campeones de liga, pero también somos conscientes que estamos a una sola victoria más y tenemos en nuestras propias manos el destino de la serie".
Bibby, que fue adquirido por los Kings con el traspaso del polémico e inconsistente Jason Williams a los Grizzlies de Memphis, dijo que el equipo había madurado durante los últimos cuatro años y ahora ya no hablan de progresos, sino de calidad en su juego.
La misma opinión tiene el entrenador de los Kings, Rick Adelman, el gran artífice de la reconstrucción del equipo como lo fue en su tiempo con los Trail Blazers de Portland, a los que llevó dos veces consecutivas a las finales de la NBA.
"Hemos llegado a Los Angeles para ganar", declaró Adelman a EFE. "No vamos a salir al campo con la intención de sobrevivir a la presión y hacer un buen papel, queremos la victoria porque si lo hicimos en el tercero y nos faltó el cuarto, ahora tenemos la oportunidad de completar la misión".
Adelman aclaró que no se trata de falta de respeto hacia los Lakers, sino todo lo contrario, es consciente que son los doble campeones de liga, pero también su equipo ha demostrado que tiene calidad y puede competir con cualquier rival.
"Existe una gran diferencia entre el equipo que éramos el año pasado y esta temporada, la manera como jugamos en los momentos finales de cada partido bajo la presión de los Lakers nos ha confirmado que hemos entrado en otro nivel, el de los ganadores", señaló Adelman.
El veterano pívot serbio Vlade Divac, ex jugador de los Lakers, confirmó las palabras de Adelman cuando dijo que los fantasmas de ver a su equipo perder siempre ante los actuales campeones de liga ya fueron superados y ahora sólo les falta conseguir la gran victoria.
Para conseguirlo tendrán que superar por cuarta vez a las figuras de O’Neal y Bryant, que al final no han tenido más remedio que admitir la calidad de sus rivales, que podían haber estado ya en las finales de la NBA de no haber sido por el triple "milagroso" de Horry.
"Nadie ha perdido, aún quedan dos encuentros"
"Somos conscientes de que mañana (hoy) necesitamos la victoria porque es lo único que nos puede salvar y estamos mentalizados para hacer las cosas bien, mucho mejor que en lo que va de serie", declaró O’Neal. "Si hay un equipo que va a luchar hasta el último segundo por estar en las finales serán los Lakers".
Bryant reconoció que la presión está de su lado, pero también el gran reto de demostrar que son los campeones de liga y que tienen que crecer para volver de nuevo a Sacramento con la serie empatada.
"Lo que ha quedado muy claro es que los Kings no van a regalarnos nada y por tanto si queremos el triunfo tendremos que jugar el mejor partido de la serie y estoy convencido que cada uno dentro del equipo va a luchar al máximo para lograrlo", subrayó Bryant.
El entrenador de los Lakers, Phil Jackson, al margen de volver a su juego de presión sobre los árbitros con la crítica a lo que hicieron en los partidos anteriores, reiteró que confía en plenitud en lo que pueden hacer los jugadores y estaba convencido que el sexto partido iba a ser un nuevo punto de partido en la eliminatoria.
"Nadie está eliminado, los Kings tienen la ventaja de 3-2, pero quedan dos partidos que no se han jugado y ahí estará la clave para definir al verdadero ganador", agregó Jackson, que tiene ocho títulos de liga en su haber, seis como responsables de los Bulls de Chicago cuando jugaba Michael Jordan y los dos últimos con los Lakers.