MOSCU.- Mientras millones de aficionados rusos seguían hoy por televisión el debut de Rusia en el Mundial de fútbol ante Túnez (2-0), unos desconocidos robaron la vivienda de los padres del guardameta ruso, Ruslán Nigmatullin.
Los ladrones se aprovecharon de ausencia de los padres de Nigmatullin, que viajaron a Japón para presenciar los partidos con participación de su hijo, y penetraron en su vivienda en Kazán, la capital de la república rusa de Tatarstán.
Según la policía, los ladrones forzaron la cerradura de la puerta del apartamento y se llevaron 2.500 dólares en efectivo y varios equipos electrónicos, incluido un ordenador portátil del portero de la selección rusa.