LOS ANGELES, Estados Unidos.- La tranquilidad y la relajación fueron las notas dominantes que ofrecieron ayer los jugadores de Los Angeles Lakers, un día después de haber ganado el primer partido de las Finales de la NBA que disputan frente a los Nets de Nueva Jersey, que dijeron sentirse con más confianza a pesar de la derrota.
Los jugadores de ambos equipos se entrenaron ligeramente y hablaron con los periodistas para valorar el segundo partido de la serie al mejor de siete que disputan este viernes, en el mismo escenario del Staples Center.
El entrenador de los Lakers, Phil Jackson, admitió que su equipo nunca tuvo problemas para imponerse a los Nets aunque se dejase arrebatar una ventaja de 23 puntos y se quedasen con una victoria de 99-94.
"Lo único que sucedió fue que en determinados momentos quisimos que el primer partido nos sirviese de punto de referencia en cuanto a cómo reaccionaban algunos jugadores de los Nets cuando atacaban", explicó Jackson.
Al margen del trabajo de la estrella de los Nets, Jason Kidd, un viejo conocido de los Lakers cuando jugaba con los Mavericks de Dallas y los Suns de Phoenix, el resto de los profesionales del equipo campeón de la Conferencia Oeste, son unos completos desconocidos.
Especialmente el alero Kenyon Martin, que tuvo como marcador al veterano Robert Horry, pero con la misión de Jackson y su entrenador asistente, Jim Cleamons, de dejarle ver sus reacciones a la hora de atacar.
El resultado fue que Martin es mucho más efectivo cuando penetra con el balón controlado y hace mates, mientras que falla cuando hace tiros de campo.
Martin falló 15 de 22 y lo hizo porque Horry no le marcó de cerca sino que lo dejó que tirase sin oposición para que él mismo fuese su mayor enemigo.
"Phil (Jackson) se enfadó conmigo porque le di demasiada libertad a Martin para que hiciese sus tiros, pero prefería que fallase con los tiros de campo a que me dominase con los mates", comentó Horry.
Martin respondió hoy a los comentarios de los Lakers que le dejen los mismos tiros del primer partido y está convencido de que esta vez encestará.
"Lo que aprendí del primer partido es que debo ser mucho más agresivo porque los Lakers piensan que no puedo anotar tiros desde el perímetro, pero les voy a demostrar todo lo contrario", explicó Martin. "Todo el año los hice y no tiene por qué cambiar nada en las finales".
Martin logró 21 puntos, pero admitió que no jugó el baloncesto agresivo que le caracteriza, tal vez un poco también influenciado por el temor a que le pitasen faltas intencionadas o por el factor de los nervios.
"Era nuestro primer partido de unas finales de la NBA contra los Lakers y al comienzo todos sentimos el efecto de los nervios, pero a medida que avanzó el partido volvieron a la normalidad", comentó Martin.
El entrenador de los Nets, Byron Scott, admitió que el tiempo de los nervios ya pasó y el siguiente paso es que el equipo debe jugar mejor baloncesto defensivo y en ataque si quieren superar a los Lakers.
"No podemos quedarnos con un 39 por ciento de acierto en los tiros de campo y debemos capturar más rebotes bajo los aros", comentó Scott. "Tampoco debemos tener un mal comienzo de partido porque los Lakers no te dan luego la oportunidad de recuperarte".
Scott admitió que si regresan a New Jersey con una parcial de 0-2 en la eliminatoria la presión será mayor para sus jugadores en cada uno de los tres partidos que disputaran como locales en el Continental Airlines Arena.
"Tendremos la necesidad de ganar los tres partidos y eso en unas finales y ante los Lakers será una misión muy difícil de conseguir", reconoció Scott.
Los Lakers, con el pívot Shaquille O’Neal imparable en el ataque y el escolta Kobe Bryant en su juego defensivo contra Kidd, se sienten seguros de que tienen todas las posibilidades de lograr la segunda victoria antes de viajar a la Costa del Este.
"No tenemos dudas de que vamos a ganar el segundo partido, pero también aprendimos que los Nets son un equipo luchador y tenaz, que no se darán por vencidos y más ahora que ya tienen la experiencia y la confianza de haber debutado en unas finales de la NBA", señaló Jackson.
Los Lakers, que buscan ser el quinto equipo en la historia de la NBA en ganar tres títulos consecutivos de liga, deberán mejorar la imagen que dejaron cuando primero comenzaron como campeones y luego fueron peores que sus rivales hasta que O’Neal demostró que era imparable con 36 puntos.