YOKOHAMA.- El "gol de oro", una de las modificaciones reglamentarias introducidas por la FIFA en la segunda mitad de la década de los años 90, ya está preparado para ser utilizado en el Campeonato del Mundo de fútbol, una vez ha concluido la primera fase de la competición.
Hasta este momento se competía por el sistema de puntos, pero a partir de ahora se ha pasado a la eliminación directa, lo que abre la posibilidad de que se necesite esta opción para resolver los encuentros.
De momento podría usarse en los partidos de octavos de final, que son los siguientes: Alemania-Paraguay, Dinamarca-Inglaterra, Suecia- Senegal, España-Irlanda, México-Estados Unidos, Brasil-Bélgica, Japón-Turquía y Corea-Italia.
Por tanto, cuando los noventa minutos de juego concluyan en empate será necesario resolver el partido con una prórroga, fijada reglamentariamente en dos tiempos de quince minutos.
Es en ese momento cuando se aplica la norma. "Si uno de los dos equipos anota un gol durante cualquiera de las dos partes de la prórroga (gol de oro), el partido se dará inmediatamente por terminado y el equipo que marca el gol será declarado vencedor", indica la normativa de la FIFA.
Sólo si durante los treinta minutos de tiempo añadido el marcador no se moviera, se decidiría el encuentro en los lanzamientos desde el punto penal.
Este será el segundo Mundial en el que se aplique la regla, tras la utilización que se hizo del "gol de oro" hace cuatro años en tierras francesas.
En Francia ’98, el "gol de oro" fue necesario para la resolución del encuentro de octavos de final entre Francia y Paraguay. El partido se disputó en el estadio Felix Bollaert de Lens y llegó al minuto 90 con empate a cero.
Fue en el minuto 113, mediada la segunda mitad de la prórroga, cuando el defensa central de Francia, Laurent Blanc, batió la meta de José Luis Chilavert y abrió el camino de los franceses hacia el título de campeón del Mundo.
Esta fórmula para resolver partidos había surgido por iniciativa de Brasil con la intención de favorecer el juego de ataque tras la final del Campeonato Mundial de 1994, cuando Brasil e Italia empataron a cero y la final se resolvió a favor de los brasileños con lanzamientos desde el punto de penal.
Desde el primer momento, la norma tuvo partidarios y detractores, pero se demostró que no era un remedio infalible para resolver los partidos nivelados, puesto que éstos continuaban llegando con cierta asiduidad a los lanzamientos desde el punto penal.
Tras ser utilizada en diferentes competiciones inferiores, la norma estuvo a punto de ser abolida incluso antes de los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996.
No fue así y se abrió una vía de decisión de encuentros que ha llegado hasta el Mundial que en estos días se celebra, tras haber sido utilizada en numerosas ocasiones.
Prueba de ello fue la Eurocopa ganada en 1996 por Alemania en Inglaterra merced a un gol de Oliver Bierhoff ante la República Checa, tras un partido que había acabado con empate a uno.
En los Juegos Olímpicos de Atlanta, Portugal pasó a semifinales ante Francia por este sistema, mientras que Nigeria alcanzó la final de idéntico modo precisamente contra Brasil, el país que auspició la implantación de la norma.
Tras el gol de Laurent Blanc en el Mundial, dos años después un tanto conseguido por David Trezeguet permitió que el equipo francés se proclamará campeón de Europa ante Italia también con un gol de oro en la prórroga de la última Eurocopa. Brasil vivió el mismo problema en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Sydney, ante Camerún.
El Galatasaray turco superó de esta forma al Real Madrid en la Supercopa de Europa del año 2000 y el Liverpool ganó de idéntica forma al Alavés en la final de la Copa de la UEFA de 2001.
