ULSAN, Corea del Sur.- La selección española se presenta en cuartos de final del Mundial de Corea/Japón con una progresiva confianza adquirida tras su buena trayectoria, y con Raúl como referente claro pese a que su participación en el choque del sábado, ante Corea del Sur, no esté confirmada.
El astro del Real deberá decidir él mismo, según las sensaciones que le ofrezca su pierna derecha, si está recuperado por completo del estiramiento aductor que sufrió el domingo contra Irlanda. Sin embargo, el carácter ambicioso del jugador y la relativa levedad del problema parece garantizar su concurso.
Con Raúl, España se presentará pletórica de moral. Nunca antes salió triunfador en cuatro ocasiones consecutivas en un Mundial, y ahora busca un nuevo hito histórico con una presencia en semifinales que sólo tiene un único y lejano precedente, en Brasil 1950.
El partido de octavos consagró igualmente la figura de Iker Casillas, el joven meta de 21 años que llegó a la titularidad gracias a una extraña lesión de Santiago Cañizares en la concentración previa -le cayó un bote de colonia en el pie- y paró ante los irlandeses tres penas máximas.
"También nosotros sabemos aguantar bien el calor, estamos preparados para todo", declaró Carles Puyol, en referencia a la resistencia física de su próximo rival, Corea del Sur, que contará con la ventaja del aliento ensordecedor de su público.