PARIS.- La sucesión de Roger Lemerre al frente de la selección francesa es ya sólo cosa de tres candidatos: el entrenador Sub 21, Raymond Domenech; el ex técnico de Japón, Philippe Troussier; y el antiguo preparador del Lyon, Jacques Santini.
El resto de los entrenadores, como Alain Giresse, Jean Tigana, Jean-Francois Domergue o Didier Deschamps, han quedado descartados por diversos motivos, por lo que la lucha se centrará en esta tríada, de la que antes de fin de mes saldrá el próximo seleccionador.
El presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), Claude Simonet, tiene la última palabra, pero ha expresado su intención de consultar a todos los sectores del fútbol, desde la Liga de Fútbol Profesional (LFP), hasta el fútbol aficionado, pasando por ilustres del fútbol francés como los ex seleccionadores Michel Platini y Aimé Jacquet.
Domenech parece contar con un tubular de ventaja sobre los otros dos candidatos. Tiene experiencia en la dirección de selecciones, conoce a los jóvenes jugadores que están llamados a renovar el equipo nacional galo y goza de una buena reputación entre los medios de comunicación.
Es un hombre de la Dirección Técnica Nacional (DTN), el vivero de jugadores y entrenadores franceses, lo que le confiere el apoyo de esta institución -de la que han procedido los tres últimos seleccionadores- pero también el rechazo del fútbol profesional, ansioso de ver a un hombre de club en el puesto de Lemerre.
Sin embargo, la LFP, que ayer se reunió con Simonet, no ha vetado a Domenech, que de esta forma parece haber evitado su principal obstáculo para el cargo, lo que le coloca en una posición ideal.
Troussier parece su principal rival. Tras su buena actuación al frente de Japón es considerado como un hombre de carácter, capaz de controlar a los jugadores, incluso a las grandes estrellas.
No se le conocen grandes enemigos, pero puede pagar cara su falta de sólidos apoyos en el mundo futbolístico francés, al margen del cual se ha construido una carrera de seleccionador, en Africa y en Asia.
El fútbol profesional no le pone grandes reparos, por lo que parece la principal alternativa en el caso de que no se nombre a un hombre de la DNT.
A estas alturas, el tercer hombre parece Jacques Santini, que vio como la LFP no le daba su apoyo explícito, lo que le deja sin su principal respaldo.
Actual director deportivo del Lyon, con el que el año pasado ganó la liga, Santini es considerado un hombre de su presidente, Jean-Michel Aulas, figura influyente del fútbol francés, vicepresidente de la LFP y que despierta grandes recelos entre sus colegas.
Por eso la opción Santini, apoyada también por Michel Platini, parece haber perdido fuerza.
Entre bastidores han comenzado los movimientos de apoyo a los distintos candidatos. Pero el proceso ya ha provocado otras consecuencias, como el debilitamiento de Simonet, que atraviesa una situación delicada.
Las dudas que han surgido sobre los gastos "suntuosos" durante su estancia en Seúl, unidas a las críticas sobre el tratamiento que se dio al caso Lemerre, han quebrantado la imagen pública de un hombre que supo capitalizar el éxito del Mundial de 1998, pero que se ha visto muy afectado por el fracaso del de 2002.
Simonet deberá cerrar adecuadamente la sustitución de Lemerre y hacerlo con el apoyo de todas las familias del fútbol, si no quiere ver más debilitada su posición al frente del fútbol galo.
