SANTIAGO.- El club Unión San Felipe, de la primera división chilena, resolvió perdonar y mantener en la plantilla al delantero argentino Francis Ferrero, que el pasado fin de semana se vio involucrado en un incidente policial y arriesgaba ser procesado por la justicia.
"No lo vamos a crucificar; los jugadores son seres humanos y cometen errores, pero es en esos casos cuando los dirigentes tenemos que ayudarles", explicó René Castro, presidente del club afincado en la ciudad de San Felipe, a 93 kilómetros al noreste de Santiago.
Ferrero empujó a una carabinera y la emprendió a patadas contra un vehículo policial en la madrugada del sábado pasado, después que su esposa, al volante de una camioneta, chocó contra un automóvil en el estacionamiento de una discoteca.
El delantero, su esposa y otros jugadores de San Felipe habían salido a divertirse, aprovechando que en Chile el fútbol está en receso desde antes del Mundial de Corea-Japón y recién el 3 de agosto comenzará el torneo de Clausura.
La policía acusó al delantero, que llegó a Chile hace ocho años, de "maltrato de obra" a la funcionaria y daños a la patrulla, situaciones que podrían haberle costado un proceso en la justicia y la prisión, de ser hallado culpable.
Sin embargo, asesorado por un abogado, Ferrero se preocupó desde el pasado lunes de conversar con las autoridades policiales de la ciudad, se disculpó personalmente con la carabinera afectada y logró que la denuncia en su contra fuese retirada.
Lo anterior llevó a la directiva de San Felipe a anular, con la excepción de una multa de monto reservado, la decisión de despedir al delantero, que provisionalmente había sido separado de la plantilla.
"Francis es un jugador que nunca nos ha causado problemas", afirmó el presidente del club al dar a conocer la decisión, aunque al mismo tiempo, hizo una severa advertencia frente a eventuales nuevos problemas con Ferrero u otros jugadores.
"Voy a conversar con los jugadores y les dejaré en claro que al próximo problema de este tipo ni siquiera tendrán el derecho de conversar", afirmó René Castro.
Fuentes allegadas a San Felipe señalaron que los dirigentes realmente querían despedir al delantero, que ha tenido problemas de disciplina en otros equipos en los que ha jugado, pero dieron marcha atrás al darse cuenta de que las indemnizaciones que debían pagarle eran más costosas que los sueldos hasta finales de año.
San Felipe, como la mayoría de los equipos chilenos, afronta serios problemas económicos, que le han impedido fichar refuerzos para el torneo de Clausura. En ese contexto, el técnico Raúl Toro se declaró muy contento de poder seguir contando con Ferrero: "Es indispensable para el equipo, ya que casi no tenemos delanteros", comentó.
