SANTIAGO/CINCINNATI.- La única duda que podía alejar al chileno Fernando González (39° de la ATP) del triunfo frente al holandés Richard Krajicek (152°) era que el espigado jugador europeo estuviera inspirado con su servicio y que el nacional se pusiera a pegar palos de ciegos.
Por matices de juego, variedad de golpes y partidos en el cuerpo, el chileno podía avanzar en el torneo. Y Krajicek sólo le facilitó la tarea al fallar en varias oportunidades su primer saque, lo que permitió a su rival anticiparse y devolver como los "dioses".
Eso fue lo mejor de González: su devolución. Y con eso, más un servicio súper regular, pudo redondear una primera manga fácil. Pero en la siguiente se produjo lo contrario, pues el holandés sacó mejor y el chileno se fue un poco del partido, que a esa altura ya era sólo de saques, voleas y passing shots.
Por eso Krajicek no tardó en igualar el marcador 1-1 con un cómodo 6-3 gracias a un quiebre en el cuarto game.
Pero González volvió a jugar como lo había hecho en el primer set, leyó el saque de su oponente y se metió otra vez en su juego. Krajicek, con poca movilidad y muy errático al momento de sacar, se entregó sin colocar mucha oposición. Un quiebre le bastó al chileno para liquidar el pleito.
Lo que viene para González es doblemente difícil. El estadounidense Andy Roddick (9°), que superó al sudafricano Wayne Ferreira (44°) por 6-3 y 6-2, posee un juego muy variado, con golpes que se acercan al límite de lo extraordinario.