BUENOS AIRES.- Marcelo Bielsa firmó hoy el contrato que le da continuidad como seleccionador del fútbol argentino, anunció esta noche a la prensa el secretario general de la Asociación del Fútbol de este país (AFA), José Luis Meiszner.
Bielsa dirigió en los últimos cuatro años al equipo nacional argentino, que quedó eliminado en la primera fase del Mundial de Corea y Japón.
Buena parte del ambiente futbolístico argentino considera coherente que Julio Grondona, presidente de la AFA, haya propuesto a los dirigentes de los clubes la renovación del contrato del entrenador, quien en la etapa que comienza cobrará un 25 por ciento menos que en la anterior a causa de la devaluación de la moneda argentina.
No obstante, los críticos del ciclo de Bielsa consideran un error no haber designado en el cargo a Carlos Bianchi, múltiple campeón con el Boca Juniors, quien no parece caerle simpático a Grondona.
El contrato con Bielsa finalizará cuando se completen las eliminatorias sudamericanas del Mundial de Alemania 2006 y será ampliado hasta la culminación de ese torneo en el caso de que Argentina se clasifique.
La selección argentina, que utilizó a 28 jugadores en la fase clasificatoria del Mundial 2002, sin que ninguno haya sido sancionado con una tarjeta roja, tuvo el 79,6 por ciento de efectividad en esta etapa, en la que logró con notable anticipación (cuatro jornadas) una plaza para la competición de Corea y Japón.
Trece victorias, cuatro empates (dos de ellos cuando el equipo ya estaba clasificado para el Mundial), una derrota y siete puntos sumados de los nueve que disputó en la altitud de La Paz, Quito y Bogotá completaron una actuación que no tuvo precedentes en anteriores torneos clasificatorios.
Esta efectividad del 79,6 por ciento superó por buen margen a la de la formación de Carlos Bilardo, encabezada por Diego Maradona, en la fase previa al Mundial de México’86, que alcanzó el 72,2 por ciento, y por mucho más a la de Alfio Basile (58,3 por ciento para EEUU’94) y a la de Passarella (62,5 por ciento para Francia’98).
Bajo la dirección de Bielsa, Argentina superó el histórico trauma que sufren los equipos del llano cuando deben jugar en la altitud, con un 1-3 ante Colombia en Bogotá, un 0-2 frente a Ecuador en Quito y un 3-3 con Bolivia en la Paz.
En cuanto al nivel de juego, Argentina se caracterizó en esa etapa por su "estilo europeo", consecuencia de que el noventa por ciento de sus jugadores militaba en equipos de ese continente y de que el planteamiento táctico tenía como característica la velocidad, el vértigo y escasas pausas en el desarrollo del juego.
Esta última condición despertó críticas en Argentina, las cuales quedaron neutralizadas por los resultados contundentes logrados en las eliminatorias sudamericanas.
Antes de que comenzara el Mundial, Argentina compartía con Francia la preferencia de los especialistas internacionales que señalaban a ambos equipos como los máximos candidatos al título de campeón en el torneo asiático de la FIFA.
Pero una victoria ante Nigeria (1-0), una derrota frente a Inglaterra (0-1) y un empate con Suecia (1-1) derrumbaron al equipo, que se fue del Mundial por la puerta de atrás, con dos goles marcados y dos encajados, uno de penalti y otro de tiro libre.
Antes del Mundial, Grondona insinuó que quería renovar el contrato con Bielsa, lo cual cumplió ahora, pese a las fuertes críticas que reciben los derrotados en un mundillo en el que la antítesis de la victoria es el fracaso.
La renovación del contrato de Bielsa deja atrás una costumbre en el fútbol argentino, ya que nunca antes un seleccionador continuó en su cargo tras haber fallado en el objetivo de ganar un Mundial.