INDIANAPOLIS.- Las trece ediciones del Campeonato del Mundo de básquetbol disputadas desde que Argentina organizó la primera edición del torneo en 1950 han dejado algunos récords y curiosidades que todavía resisten el paso de los años.
Yugoslavia es el país que más veces se ha alzado con el título de campeón, con un total de cuatro, tres de ellos como país unificado y el último, que ahora defiende en Indianápolis (EE.UU.), tras la escisión de la guerra librada a principio de la década de los noventa.
Con tres entorchados la siguen los anfritriones de este Mundial, Estados Unnidos, y la extinta Unión Soviética, aunque los soviéticos pudieron sumar un cuarto triunfo en Chile 1959.
La URSS ganó los cinco primeros encuentros de aquel campeonato pero luego rechazó enfrentarse a Formosa por razones políticas y recibió una sanción que le privó de todos sus puntos en la fase final, lo que llevó el título a Brasil, único equipo que ha ganado dos mundiales seguidos, en 1959 y en 1963.
Yugoslavos y estadounidenses también son los que más veces han subido al podio mundialista, con un total de nueve metales: cuatro oros, tres platas y dos bronces para los primeros y tres oros, tres platas y tres bronces para los segundos.
No obstante, la mayor racha victoriosa corresponde a Estados Unidos, cuyo dominio olímpico no tiene correspondencia en el Campeonato del Mundo. Los estadounidenses consiguieron 62 victorias consecutivas en los Juegos Olímpicos, mientras que en los Mundiales su marca asciende a quince, que sigue siendo la mayor tacada conseguida por una selección en el torneo mundialista.
Los Estados Unidos se anotó nueve triunfos en la edición de 1954, donde alcanzaron el oro, y otros seis en la de 1959, en la que acabaron relegados al segundo puesto tras caer derrotados ante la Unión Soviética y Brasil en los dos últimos encuentros.
Precisamente Estados Unidos y Brasil son los dos únicos países que han disputado todas las fases finales del Campeonato del Mundo, con tres oros para los primeros -1954, 1986 y 1994- y otros dos para los brasileños -1959 y 1963-.
Yugoslavia era la selección que más puntos de ventaja había conseguido en una final hasta la llegada de los jugadores de la NBA al Mundial, en Toronto ’94.
Los yugoslavos derrotaron a la Unión Soviética por diecisiete puntos (92-75) en Argentina ’90, pero los profesionales estadounidenses les arrebataron la marca al imponerse a Rusia por 46 puntos en la final de Toronto (137-91).
No obstante, la ex-Yugoslavia comparte con los soviéticos el triunfo más apurado en una final. Los marcadores finales dejaron un sólo punto de renta para el equipo ’plavi’ sobre la URSS en Manila ’78 (82-81) y otro punto para la Unión Soviética ante Estados Unidos en Colombia ’82 (95-94).
Los profesionales norteamericanos no han podido arrebatar el récord de anotación individual en un partido por el título al soviético Anatoly Myshkin, que en Colombia ’82 logró 31 tantos frente a Estados Unidos, mientras que el serbio Nebojsa Popovic encestó el primer punto de los torneos mundialistas con un tiro libre frente a Perú el 22 de octubre de 1950 y el argentino Oscar Furlong se convirtió en el primer máximo anotador de un Mundial con 55 puntos en diez encuentros.
Brasil es la selección con mejor anotación en un encuentro mundialista. Los brasileños endosaron 154 puntos a China en la ronda preliminar de Manila ’78 en el partido que mayor anotación conjunta ha registrado: 251 puntos (154-97). Sin embargo, los Estados Unidos firmaron la diferencia media más alta de la historia, fijada en 37,2 puntos durante el campeonato del 94 con unos promedios de 120,1 puntos a favor y 82,9 en contra.
Para la Unión Soviética queda el honor de haber sido la primera en superar los 100, los 110 y los 120 puntos en un marcador mundialista. Los soviéticos rompieron la barrera del centenar en Chile ’59 (102-72 ante México) y dejaron atrás a Panamá por 110-52 y a Egipto por 121-56 en la ronda eliminatoria de Yugoslavia ’70 dentro del grupo que se jugó en la localidad de Karlovac.
Egipto ostenta otro registro del que poco puede presumir. Los egipcios se quedaron en diecinueve tantos en la fase final de Argentina 1950, disputada en Buenos Aires. Entre los africanos y Brasil, que anotó el doble, sólo sumaron 57 puntos, el mínimo de un partido mundialista.
En el lado opuesto, la Unión Soviética logró la mayor diferencia, con 92 puntos de ventaja al derrotar por 140-48 a la República Centroafricana en Puerto Rico ’74.
La selección española también tiene sus propios récords en las siete ocasiones en las que se ha colocado en una fase final mundialista, con un cuarto puesto como mejor clasificación en Colombia ’82.
Los españoles han situado su tope anotador en 137 puntos en el mismo campeonato colombiano, donde los anfitriones encajaron un 137-84 el 20 de agosto de 1982. Fue la primera edición del Mundial, en Argentina, donde España realizó su mínima anotación al caer derrotada por 43-37 ante Perú.
También en Argentina, pero en la edición de 1990, los españoles sumaron el mayor marcador conjunto, con 224 puntos frente a Venezuela (122-102). En este torneo, Jordi Villacampa consiguió el mejor promedio de un jugador español en un mundial, con 184 puntos en ocho partidos.
Panamá fue la víctima para la única nota sobresaliente de España en el Mundial de 1986, en el que fue anfitriona, ya que alcanzó 55 puntos de diferencia ante los sudamericanos: 125-70. Los Estados Unidos, a los que España sólo ha derrotado una vez en competición oficial, endosaron el marcador más abultado a la selección en la ronda eliminatoria de la edición de 1974, con 43 puntos: 114-71.
El ex internacional Wayne Brabender puede alardear de ser el mejor lanzador de tiros libres en el Mundial. En Puerto Rico ’74 transformó los 35 que intentó y, además, fue el máximo encestador del torneo (146 puntos, con una media de 20,8 en siete partidos).
El que fuera jugador del Real Madrid también fue el primero en superar la cota de los treinta puntos en un encuentro. Consiguió 37 contra Filipinas en el 74 y sucedió a Eduardo Kucharski, que sobrepasó los veinte puntos en Argentina ’50 ante Egipto, equipo al que endosó 26.
España, que ha llevado a cuatro mundiales a Andrés Jiménez (82, 86, 90 y 94), firmó el marcador más abultado de su historia mundialista frente a los Estados Unidos en Toronto (115-100), pero fue el conjunto que cedió por menor diferencia frente a los estadounidenses y el que más puntos les marcó.
Jordi Villacampa encestó 48 puntos en el España-Venezuela de Argentina ’90, lo que representa no sólo la mayor anotación de un jugador español en un mundial, sino la más alta conseguida en la selección española que Indianápolis puede ampliar o modificar estos récords.