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Marion Jones, reina en la Copa del Mundo

La velocista estadounidense ha sobrevivido a la crisis anímica que le ocasionó el año pasado su derrota en la final mundialista de 100 metros ante la ucraniana Zhanna Pintusevich y se ha vuelto a encaramar en el trono de la velocidad mundial con diecisiete victorias en otras tantas carreras al aire libre.

20 de Septiembre de 2002 | 18:07 | EFE
MADRID.- La estadounidense Marion Jones, vencedora en 100 metros con un tiempo de 10.90 sobre una pista mojada por la lluvia, volvió a ser la reina de la Copa del Mundo, como hace cuatro años en Johannesburgo, donde obtuvo sus mejores marcas en 100 y 200 metros (10.65 y 21.62).

La batalla de los continentes presenta, al cabo de la primera jornada de competición, un cariz favorable a Europa en mujeres y a Africa en hombres, que dominan sus respectivas clasificaciones con 63 y 65 puntos. El vencedor de cada prueba recibe 9 puntos, el segundo 8 y así hasta el noveno, que recibe uno solo.

Por la calle uno, infrecuente para ella, Marion Jones cometió una salida nula (tercera de la carrera) y tuvo que asegurar un arranque correcto -tardó 217 milésimas en dejar los tacos- antes de recorrer la recta por delante del grupo desde su décimo apoyo. La jamaicana Tayna Lawrence llegó segunda en 11.06.

A sus 26 años, Marion Jones ha sobrevivido a la crisis anímica que le ocasionó el año pasado su derrota en la final mundialista de 100 metros ante la ucraniana Zhanna Pintusevich y se ha vuelto a encaramar en el trono de la velocidad mundial con diecisiete victorias en otras tantas carreras al aire libre.

El sprint masculino, privado del concurso del nuevo plusmarquista mundial, el estadounidense Tim Montgomery, que sólo correrá el relevo, tuvo un sorprendente vencedor en el nigeriano Uchenna Emedolu, que se impuso a los favoritos en 10.06.

El británico Dwain Chambers, campeón de Europa y, según la general sospecha, culpable indirecto de la baja de Montgomery, corrió sin la menor motivación y acabó quinto con 10.16.

El español Reyes Estévez, subcampeón de Europa de 1.500, deleitó al público con su ambiciosa carrera pero no pudo rematar con la victoria. El keniano Bernard Lagat aprovechó la ausencia del marroquí Hicham El Guerrouj para confirmar que es el segundo mejor del mundo: venció con 3:31.20, récord del torneo.

El español resistió, a la estela de Lagat, hasta los últimos 200. Allí se fue el keniano sin oposición para ganar una prueba lanzada a ritmo vivo por el estadounidense Seneca Lassiter. Estévez fue segundo con una marca notable: 3:33.67.

La mozambiqueña María Mutola obtuvo con un registro de 1:58.60 su cuarta victoria en Copa del Mundo que le permite encaramarse al tercer puesto en el escalafón histórico de puntos con 33, sólo superada por la alemana Marita Koch (46) y la estadounidense Evelyn Ashford (43).

Instantes después, todavía con la pista muy mojada, la mexicana Ana Guevara prolongó su dominio en 400 con un triunfo incontestable en 49.56, su cuarta mejor marca en su invicta trayectoria durante la temporada al aire libre. Era su undécima carrera y su undécima victoria, incluidas las siete de la Liga de Oro.

El cubano Iván Pedroso, cuatro veces campeón mundial, volvió a experimentar el sabor de la derrota. El estadounidense Savante Stringfellow (8,21) venció al antillano por dos centímetros y el español Yago Lamela subió con ellos al podio (8,11).

La etíope Berhane Adere, campeona mundial de medio maratón y plusmarquista de 3.000 metros en pista cubierta, dio una soberana lección a la rumana Gabriela Szabo, que levantó los brazos prematuramente sobre la línea de meta justo cuando la africana la adelantaba en una rabiosa reacción y la derrotaba por una centésima con 8:50.88.

La Copa del Mundo de Madrid recordó por momentos a la de Barcelona ’89. Una fuerte tormenta de lluvia y viento obligó a interrumpir la primera jornada en el estadio de la Comunidad de Madrid cuando sólo se había disputado el lanzamiento de martillo.

La tromba de agua anegó la pista en pocos segundos y la granizada puso a prueba la cubierta de la grada preferente, en una escena que recordaba lo sucedido en 1989 en Barcelona.
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