KILKENNY, Irlanda.- Tiger Woods se impuso sin paliativos, de principio a fin, en el Campeonato American Express, la tercera prueba de los Mundiales de golf, para sumar un millón de dólares más en su dilatada cuenta corriente y su quinto título de la temporada.
El mejor jugador del planeta soportó el acoso del surafricano Retief Goosen en la última jornada para conseguir su segundo título de esta prueba, y quinto de las 10 que hasta ahora se han disputado de estos Mundiales.
Goosen, ahora líder del circuito europeo, agobió a Tiger de tal forma que llegó a sumar 9 "birdies" y un "eagle", por un "bogey", para establecer un nuevo récord del campo (62 golpes) y acabar a un impacto del campeón estadounidense.
Tiger tan sólo se vio perturbado en el último hoyo. Su maquinaria de golf, a todo gas, le aproximó a un registro que no se reproducía desde 1972 (Lee Trevino): acabar sin fallos tras 4 rondas. Pero el último "putt" de 4 metros en el hoyo 18 no quiso entrar.
El californiano se anotó ahí el primer y último "bogey" en los cuatro días de competición, para rubricar 25 golpes bajo par en el acumulado, la mejor anotación del circuito estadounidense esta temporada.
La exhibición de Tiger, que logra su trigésimo cuarto título del PGA Tour, no ocultó el protagonismo final de Goosen y del español Sergio García, quien también logró 62 para igualar el récord del campo.
El excepcional recorrido de García le aupó hasta la séptima plaza final. El castellonense acabó como un maestro, con "birdies" y un "eagle" que evidencian su perfecto estado de forma para la Copa Ryder que comienza el viernes en Inglaterra.
El fiyiano Vijay Singh acabó tercero a 4 golpes y la cuarta plaza la ocuparon los estadounidenses Jerry Kelly y David Toms.
Otro destacado para el golf español, al margen del formidable juego de Sergio García, fue la notable actuación de José María Olazábal, quien con su vigésimo séptimo puesto rompe su mala racha con anotaciones que nunca superaron el par del campo.