SUTTON COLDFIELD, Inglaterra.- Europa desperdició su ventaja y cedió un empate (8-8) en la segunda jornada de la Copa Ryder de golf que se desarrolla en The Belfry (Inglaterra), después de una remontada estadounidense en la que tuvo mucho que ver Tiger Woods, el mejor del mundo.
Las cosas están como empezaron el viernes. Los doce partidos individuales de mañana, domingo, resolverán el litigio, pero la sensación ante esa docena de choques frontales es que Europa ha ido de más a menos. Todo lo contrario que los norteamericanos, en especial Woods, el número uno del mundo.
Tiger hoy se puso los galones de mando. El mejor del mundo, que sufrió dos derrotas consecutivas el primer día, ganó hoy sus dos partidos junto a Davis Love III, aunque el último fue entregado de forma inmisericorde por la pareja más productiva de la competición: el español Sergio García y el inglés Lee Westwood.
Este partido fue puro espectáculo. Los golpes de salida del hoyo 10, los "putts" de Westwood, la serenidad de Tiger para salvar hoyos... Sólo en el 17, tras embocar Love un "chip" milagroso, el de Borriol falló un "putt" de poco más de un metro que facilitó el empate con el que afrontaron la última bandera.
A ese fallo con el palo "de la verdad" de García, le siguió otro nefasto del inglés en el 18. Westwood no logró embocar un "putt" de metro y medio para acabar empatados, lo que sirvió en bandeja el triunfo inesperado para Tiger y Love.
El capitán europeo, el escocés Sam Torrance, confió hoy la suerte del equipo en García y Westwood, en el alemán Bernhard Langer (con esta son ya 10 Ryder a sus espaldas) y Montgomerie, y en el norirlandés Darren Clarke.
Los cinco cumplieron y salvaron la cara a los experimentos de Torrance, que esta vez no dieron resultado. Los dos debutantes Fulke y Price perdieron. Ambos fueron devorados por Mickelson y Toms.
Lamentablemente para Torrance, la máquina europea de hacer "birdies", como definió al dúo Bjorn-Clarke, fue devorada por Tiger y Love, por 4 y 3 en el último partido matinal.
"El Tigre" respiró al fin. Love no le distrajo en su intención de ganar. Con ese punto, la mañana quedó repartida y Europa afrontó la tarde con un punto de ventaja (6,5-5,5).
La responsabilidad volvía a las espaldas de García, Westwood, Montgomerie y Clarke. Langer, de 45 años, cedió su sitio al irlandés Harrington.
Por fin Torrance puso en acción a su invitado Parnevik, quien ha hecho horas extras en la cancha de prácticas desde que llegó a The Belfry. Los suecos Parnevik y Fasth cayeron en su pelea con Calcavecchia y Duval por un hoyo.
Asombroso en cambio fue el trabajo del veterano escocés Montgomerie (39 años). Pese a "llorar" reiteradamente por su maltrecha espalda y poner en duda, incluso, su presencia en esta Copa Ryder, el irascible "Monty" se mostró como el líder del equipo.
Sólido, aguantando 4 partidos en dos días, dos de ellos hasta el límite de los 18 hoyos (67 en total), Montgomerie y Harrington volvieron a meter a Europa en la pelea.
Clarke y el irlandés McGinley salvaron medio punto al igualar con Hoch y Furyk, pero indiscutiblemente, acabados los partidos por parejas con empate a 8 puntos, el español García y Westwood han escrito las mejores páginas.
García, de 22 años, ha transmitido un entusiasmo contagioso, inherente a su juventud. Es un golfista perfecto para formar parte de un equipo. Su presencia en las venideras Copas Ryder está asegurado.
De esas cualidades el más beneficiado ha sido sin duda su compañero durante los dos primeros días, el inglés Lee Westwood.
Westwood, que atraviesa una temporada nefasta, ha resucitado con el empuje del castellonense. El carácter mediterráneo mezclado a partes iguales con este jugador nacido en Worksop ha resultado demoledor para los intereses del equipo estadounidense. Medio equipo americano hincaron la rodilla ante ellos en The Belfry: Duval, Love, Tiger Woods, Calcavecchia, Cink y Furyk.
García y Westwood han aguantado sin inmutarse 4 partidos, con más de 16 horas de juego y 67 hoyos disputados.