BUENOS AIRES.- Los argentinos miran al rubio Marcos Milinkovic para soñar desde el viernes en Buenos Aires en la segunda fase con una actuación de relieve en el Mundial masculino de vóleibol, con el creciente apoyo de los hinchas, el jugador extra de los locales.
El ídolo y capitán del conjunto local, segundo goleador de la primera fase con 72 tantos (dos menos que el búlgaro Vladimir Nikolov), es la carta de triunfo indiscutida del equipo anfitrión, que intenta ubicarse entre los ocho primeros como objetivo básico y tal vez subir un escalón más.
Argentina juega por él y para él. Cuando acierta varios golpes seguidos, se pinta la cara y enarbola una ofensiva que incluso puede vulnerar bloqueos de tres hombres, como ocurrió el martes contra Portugal en el último de los tres partidos de la primera serie.
Contra los portugueses, un equipo para no subestimar, Milinkovic (30 años) se exhibió en toda su dimensión, anotando 24 tantos, y además estuvo bien abastecido por el experimentado armador Javier Weber (36 años), clave para el juego del opuesto.
"El juego de Marcos (Milinkovic) fue brillante, tuvo porcentajes altísimos. Fue su mejor partido", dijo el técnico local Carlos Gestzelevich luego del partido contra Portugal.
Argentina ganó en Buenos Aires (partido inaugural) y San Juan (oeste del país) sus tres presentaciones de primera ronda, ante Australia, China y Portugal, donde el apoyo del público fue vital al momento de disimular errores y sobre todo caídas anímicas.
En el Luna Park de Buenos Aires, con un respaldo aún mayor de unas 10.000 personas, Argentina recibirá en segunda fase a Japón (tercero en el grupo D), Bulgaria (segundo en el C) y al tricampeón mundial Italia (segundo en el B).
En una llave nada fácil, el rival a vencer seguramente será Bulgaria, que cuenta con otro "matador", el temible Vladimir Nikolov, el goleador de la primera ronda con 74 puntos.
El legendario Luna Park le sienta bien a la selección de vóleibol. En 1982, en el otro Mundial organizado por Argentina, los anfitriones se llevaron un sorpresivo tercer puesto, posibilitando el surgimiento más masivo de este deporte que tuvo otro pico en los Juegos Olímpicos de Seúl '88, donde también consiguieron el bronce.
De ambas conquistas históricas, el único sobreviviente como jugador es Hugo Conte (39 años), mientras el actual técnico Carlos Getzelevich y su alterno, Waldo Kantor, también formaron parte de aquel plantel.
Argentina participa alternando buenas y malas en la Liga Mundial, pero su más reciente éxito fue el cuarto puesto en Sydney 2000, más aún porque eliminó a Brasil, su archirrival en cualquier deporte.
