AUCKLAND, Nueva Zelanda.- La segunda etapa del Rally de Nueva Zelanda permitió que el finlandés Marcus Gronholm se proclamara campeón del mundo por segunda vez y que Peugeot lograra el título mundial de marcas, a falta de una jornada para que concluya la prueba y de dos citas para que acabe el Mundial.
La jornada de hoy, la más larga con diez tramos cronometrados, protagonizó el momento más álgido de la temporada cuando el británico Richard Burns (Peugeot 206), que tomó la salida como líder, tuvo que retirarse en la decimoquinta especial después de sufrir un accidente y dar una vuelta de campana.
La retirada de Burns, único rival por el Mundial de Gronholm ya que el escocés Colin McRae también tuvo que abandonar el viernes, solventó las dudas sobre el nombre del campeón del mundo 2002 y despejó la poca incertidumbre que quedaba en torno al título de marcas, que fue para Peugeot por quinta vez, la tercera de forma consecutiva.
Gronholm necesitaba siete de los 30 puntos en juego en las últimas tres carreras (Nueva Zelanda, Australia y Gran Bretaña), pero la marcha de sus dos rivales le ha puesto el título en bandeja, ya que las diferencias son insalvables en sólo dos pruebas.
Hasta la marcha de Burns el Rally de Nueva Zelanda parecía cosa de dos, los dos hombres que Peugeot tenía en las dos primeras posiciones. Burns y Gronholm se repartieron los mejores tiempos en las seis primeras especiales del día, en el que el finlandés hizo todo un alarde superioridad.
Si al término de la tercera cronometrada de hoy (ES11) Gronholm afirmó que había "decidido asegurar la segunda plaza", ya que Burns rodaba a igual ritmo que él y era "imposible alcanzarle", el accidente del británico le despejó el camino y con el Mundial en el bolsillo no dio tregua a los demás.
El nuevo campeón fue el mejor en las últimas tres especiales y mañana tomará la salida como líder, dispuesto a consumar su hazaña con la cuarta victoria del año, tras los triunfos en Suecia, Chipre y Finlandia.
Gronholm partirá con 55 segundos de ventaja sobre el segundo, su compatriota Harri Rovanpera (Peugeot 206), y con 2 minutos y 16 segundos sobre el noruego Solberg. Mucho más lejos están Tommi Makinen, a 3:19, y Carlos Sainz, a 4:07, tras una actuación más que discreta en Nueva Zelanda, donde la cohesión con su coche no ha sido la ideal.
Al margen del mundial de pilotos, la marca francesa Peugeot festejó igualmente el título, que aseguró en el decimocuarto tramo cuando el estonio Markko Martin (Ford Focus WRC) tuvo que abandonar tras salirse de la carretera.
Su adiós junto con el de su compañero Colin McRae el día anterior anularon las opciones que Ford tenía de luchar con Peugeot por el título de marcas.
