SANTIAGO.- El Gobierno chileno estudia la posibilidad de infiltrar agentes en las barras bravas como una nueva forma de combatir la violencia en los estadios, ante los fracasos reiterados de las medidas tomadas hasta ahora.
"Al parecer se necesita un trabajo de inteligencia para eliminar de las barras a esos malos elementos", comentó hoy el ministro Secretario General de Gobierno, Heraldo Muñoz, que hace dos semanas dio la partida a una publicitada campaña en la que las autoridades tenían puestas muchas esperanzas para eliminar la violencia en los estadios.
Miembros de la Garra Blanca, barra brava de Colo Colo, destruyeron el domingo pasado instalaciones del estadio de San Felipe y apedrearon a los aficionados locales hasta obligar al árbitro a suspender, tres minutos antes del tiempo reglamentario, el partido que el equipo albo perdía 0-2 ante Unión San Felipe.
La violencia se presentó ya antes de ese encuentro, correspondiente a la décima jornada del torneo chileno de Clausura, porque unas decenas de "garreros", como se denominan los miembros de la Garra Blanca, habían roto las vallas de contención y entrado al campo de juego.
La policía informó hoy que hubo 37 detenidos a raíz de los desmanes, que fueron pasados a disposición de los tribunales, aunque desde que fue aprobada en 1994 la "Ley contra la violencia en los estadios" ha sido letra muerta, pues casi nadie ha sido condenado por transgredirla.
En San Felipe hubo varias peleas a puñaladas -que dejaron tres lesionados según informes de prensa-, en las que testigos aseguraron haber visto participar activamente a "El Huinca", un cabecilla de la Garra Blanca que aparentemente está condenado a prisión y tiene prohibida la entrada a los estadios.
Otras 32 personas fueron detenidas por cometer desmanes al término del partido Universidad de Chile-Palestino (3-1), que cerró la jornada del fin de semana.
En esta oportunidad se trató de miembros de Los de Abajo", la barra brava de la "U", que compite con la Garra Blanca en la cantidad de delitos cometidos cada semana. El "Kramer", cabecilla de Los de Abajo, está actualmente detenido -pasó varios meses en prisión entre el 2000 y 2001-, acusado de asalto a mano armada.
Según el ministro Muñoz, las autoridades han recibido "desde las propias barras" denuncias y peticiones de ayuda para alejar a los delincuentes que las manejan.
"En las barras hay gente que quiere ir al estadio a alentar a sus equipos, con mucha pasión pero sin violencia y ellos mismos se quejan de que hay unos pocos delincuentes que amedrentan a los demás y provocan la violencia, de manera que quizás se necesita un trabajo de inteligencia para eliminar a esos elementos", señaló Muñoz.
Devolver la tranquilidad a los estadios, "no es una batalla que se va a ganar de un día para otro", añadió el ministro, cuya última campaña incluía la exigencia de mostrar el carné de identidad a los espectadores, someterse a un detector de metales y, de forma selectiva, a exámenes de alcohol o drogas.
También el ministro señaló que el Gobierno se hará parte en los juicios contra los detenidos del fin de semana.
