MADRID.- El Real Madrid cayó ante la Roma (0-1) y, aunque esta vez derrochó coraje y ya está clasificado matemáticamente para la segunda fase de la Liga de Campeones, no tendrá más remedio que convivir durante unos cuantos días más con la palabra "crisis", al menos hasta su compromiso liguero del sábado ante el Deportivo.
Después de varios tropiezos en cadena y actuaciones poco convincentes, tanto en la liga como en la Copa de Europa, el equipo que dirige Vicente del Bosque no consiguió remontar el vuelo ante los hombres de Fabio Capello.
No escatimó esfuerzo. Luchó y peleó hasta la extenuación, pero poco más se puede decir en favor del equipo blanco por lo visto esta noche, y eso que Del Bosque pudo alinear por primera vez juntos a Roberto Carlos, Zidane, Raúl, Figo y Ronaldo, un quinteto de ensueño.
Fabio Capello, como ya hizo el domingo en el derby romano ante Lazio, dejó al argentino Gabriel Batistuta en el banquillo. Hizo trabajar a Marco Delvecchio en la parte izquierda del centro del campo, Franceso Totti jugó como segundo delantero y Vincenzo Montella en punta.
Con esa disposición en ataque, una línea defensiva que durante la primera media hora de juego achicó el terreno porque jugó muy adelantada, el excelente trabajo de Emerson y Damiano Tommasi en la destrucción y una presión colectiva notable cuando el Real Madrid tenía el balón, el Roma maniató al equipo blanco.
Esteban Cambiasso y Claude Makelele, en clara inferioridad numérica, perdieron la batalla en el centro del campo y el Real Madrid se atascó. El equipo blanco, además, cometió demasiados errores en las entregas en zonas muy próximas a Casillas y cada llegada del Roma se convirtió en una pesadilla para la zaga madridista.
En ataque, el Real Madrid no funcionaba porque abusó de intentar romper la muralla romana por el centro y apenas dispuso de ocasiones claras de gol antes del descanso. La mejor fue de Raúl, que remató de cabeza desviado en una inmejorable posición para batir a Antonioli (m.10).
Ronaldo protagonizó varias acciones en las que demostró que va por el buen camino para ser el que fue. Está más ágil, se le aprecia ya esa velocidad letal que atesora y dibujó algunas de las mejores jugadas de ataque del equipo blanco durante el primer tiempo, pero no fue suficiente para desbordar a la ordenada zaga de los hombres de Capello.
Totti, que hizo mucho daño entre líneas, adelantó al Roma en el marcador en el minuto 27, tras aprovechar un rechazo en el área blanca, y la estrategia de visitante cambió.
Cedió terreno y pasó a presionar a su adversario mucho más atrás. Lo apostó todo al contragolpe, lo que más le gusta a casi todos los equipos italianos, y la recta final del primer tiempo transcurrió con el Real Madrid volcado sobre la portería rival, aunque sus ataques apenas provocaron sobresaltos a Antonioli.
Sufrió más en el segundo tiempo. Ronaldo le obligó a emplearse a fondo para desviar el balón a córner en el minuto 53 y el Real Madrid se lanzó con todo al ataque.
Pero Roma sabe desenvolverse con maestría en esas situaciones y sus contragolpes, casi siempre llevados por Totti, pusieron contra las cuerdas al equipo blanco con demasiada frecuencia.
Raúl desperdició un mano a mano con Antonioli en el minuto 68 y Real Madrid, enrabietado, buscó el gol con tanta ansiedad que se arriesgó a sufrir una derrota aún más dolorosa. Dejó muchos espacios atrás que Roma no supo aprovechar, pero su ofensiva no le sirvió de nada por exceso de precipitación.
Roma se convirtió así en el primer equipo italiano que gana en el Bernabéu desde que lo hiciera el Inter de Milán (0-2) en la Copa de Europa 66-67. Ahora, necesita conseguir al menos un punto ante el AEK de Atenas para asegurarse el acceso a la segunda fase de la Liga de Campeones.
REAL MADRID: Casillas; Míchel Salgado, Hierro, Helguera, Roberto Carlos; Cambiasso (Guti, m.86), Makelele; Figo, Raúl, Zidane (Solari, m.77); y Ronaldo (Morientes, m.77).
ROMA: Antonioli; Panucci, Samuel, Aldair (Zebina, m.90), Candela; Cafú, Tommasi, Emerson, Delvecchio (Lima, m.88); Totti y Montella (Batistuta, m.72).
Gol: 0-1, m.27: Totti.
Arbitro: Hugh Dallas (ESC). Mostró tarjeta amarilla a Tommasi (m.42), Míchel Salgado (m.43) y Emerson (m.57).
