BUENOS AIRES.- San Lorenzo de Almagro goleaba a Huracán por 4-0, en el clásico barrial, cuando faltando diez minutos el árbitro decidió suspenderlo, como consecuencia de los incidentes protagonizados por los hinchas, en el marco de la décimosexta fecha del torneo Apertura del fútbol argentino.
El partido se jugó en el estadio Tomás A.Ducó, de Parque Patricios, y cuando restaban 10 minutos para concluir el cotejo, los hinchas de Huracán provocaron incidentes que obligaron al árbitro Horacio Elizondo a suspenderlo.
San Lorenzo se imponía con los goles marcador por Rodrigo Astudillo, a los 9’, 45’ y 52’, y del mediocamista Pablo Michelini, a los 48’.
El equipo conducido por Rubén Insúa volvió a conseguir un triundo como visitante luego de ocho años, ya que la última vez fue en 1994.
Con este resultado San Lorenzo se recuperó de dos derrotas seguidas, mientras que Huracán sumó su tercera caída consecutiva y está sumergido en el último puesto de la tabla de posiciones.
Pero los hinchas de Huracán, luego del cuarto gol de San Lorenzo, se despreocuparon del partido y comenzaron a insultar a los dirigentes y al entrenador Carlos Babington.
El operativo policial para el encuentro, calificado de "alto riesgo" por los antecedentes entre ambos equipos, contó con la presencia de cerca de un millar de efectivos, que realizaron una aceptable tarea de prevención.
Cuando el final de avecinaba, los hinchas de Huracán se treparon al alambrado, con las firmes intenciones de romperlo para así provocar la suspensión del partido.
La policía arrojó agua a los hinchas más enfervorizados, que sin embargo continuaron colgados del alambrado, e incluso algunos arrojaron piedras a los efectivos.
"Se tiró agua, pero volaron piedras y se pudrió todo. Por eso se suspende", explicó contrariado el árbitro Elizondo cuando tomó la decisión de dar por terminado el partido.
Una vez que los jugadores se retiraron del campo de juego, la policía arrojó gases lacrimógenos a la tribuna en donde estaban los hinchas de Huracán, que raudamente buscaron las salidas para evitar el accionar de los mismos.