MILAN.- El presidente de Lazio, Sergio Cragnotti, comenzó hoy a negociar la venta del club romano al empresario libio Al Saadi Gaddafi, hijo del líder libio Muammar Gaddafi.
Gaddafi mostró interés por hacerse con el club el domingo, una vez que conoció las intenciones de venta del presidente de la entidad debido a la crisis de Cirio, la empresa de productos alimentarios que regenta el presidente del club.
Cragnotti estableció el precio del club, cuyas riendas lleva desde 1992, en 150 millones de euros (aproximadamente igual en dólares). No obstante, el empresario libio de 29 años contestó que la cantidad exigida por el dueño de Lazio es excesiva, pero se mostró inclinado a negociar.
Cirio, que cuenta con una participación decisiva en el control del club romano, fue declarada insolvente el pasado 8 de noviembre tras no poder reembolsar a los inversores un fondo de dos años que vencía a principios de este mes.
Lazio, que ganó el campeonato italiano en 2000, está situado de forma inesperada en la actualidad en el cuarto puesto, a tan sólo tres puntos de la Juventus, actual líder, a pesar de vender antes del comienzo de la temporada a sus dos estrellas: el defensa Alessandro Nesta se marchó al Milan y el ariete argentino Hernán Crespo recaló en el Inter.
También sorprende que los jugadores del equipo romano no hayan recibido sus sueldos desde el pasado mes de junio, y que hasta el momento no hayan considerado la posibilidad de emprender acciones contra ello.
Al menos el mercado bursátil ofreció buenas noticias al club romano, ya que tras el anuncio de una inminente venta empujó las acciones de Lazio a una revalorización del 48 por ciento desde el pasado jueves.
Sin embargo, el presupuesto del club está en unos alarmantes números rojos, porque aún le queda por pagar 18 millones de euros a Manchester United por la compra del defensa holandes Jaap Stam, mientras que Valencia todavía aguarda 12 millones de euros que restan por pagar por la adquisición del mediocampista español Gaizka Mendieta.
Ambos clubes han amenazado con demandar a Lazio, mientras que otro antiguo jugador español, Iván de la Peña, reclama 4,5 millones de euros y se encontrará con los abogados del club italiano el 3 de diciembre ante un tribunal de la capital italiana.
La familia Gaddafi no resulta desconocida en el fútbol italiano. En enero pasado adquirieron el 7,5 por ciento de Juventus por medio de la Compañía de Inversión Extranjera Libio-Arabe (Lafico).
En agosto pasado, Gaddafi consiguió que se jugase la final de la Supercopa italiana entre su equipo favorito, Juventus, y Parma en Trípoli, la capital libia.
El hijo de Gaddafi es el vicepresidente de la federación de fútbol de su país y es, al mismo tiempo, jugador y presidente del club libio El Ittihad.