MILAN.- El mediocampista argentino Fernando Redondo, una vez recuperado de la serie de lesiones en una rodilla que le han impedido jugar en los casi dos años que lleva en el Milan, volvió a entrenarse este miércoles junto al resto de sus compañeros.
Redondo, que ya ayer volvió a ejercitarse, aunque sólo en compañía de un preparador físico, en la Ciudad Deportiva de "Milanello", participó esta tarde en los dos "partidillos" en los que el técnico Carlo Ancelotti dividió a sus jugadores.
Un entrenamiento con un Milan diezmado por las ausencias de los jugadores que están con sus respectivas selecciones nacionales.
En los dos "partidillos" (el primero 8 contra 8 -sin porteros- y el segundo 9 contra 9), a medio campo, Redondo -siempre con el peto amarillo- en el segundo de ellos tuvo como compañeros a los brasileños Rivaldo y Leonardo.
El argentino, antes de la sesión, fue objeto de un especial detalle por parte de Ancelotti, pues, cuando la plantilla se disponía a realizar un brindis para despedirse de un camarero que trabaja en "Milanello" y que hoy celebraba su último día en la instalación, el técnico quiso que Redondo fuera quien abriese la botella de champaña.
Ancelotti dijo a Redondo que deseaba que fuera él quien descorchase la botella ya que "junto a una marcha, se celebra, en estos días, una vuelta importante".
