DORTMUND, Alemania.- Larry Donald, un musculoso gigante negro norteamericano, de 1,95 metro, que nunca ha sido noqueado y que sueña con ser campeón, es el último obstáculo que este sábado se interpone al ucraniano Vitali Klitschko para el ansiado combate con Lennox Lewis, el 8 de marzo en Las Vegas.
Vitali, de 31 años y afincado en Hamburgo, tiene un impresionante palmarés de 31 victorias (30 por K.O.) y una derrota (abandono por lesión contra Chris Byrd), y está decidido a ganar y además por la vía rápida. "Ganaré por KO aunque va a ser la pelea más difícil de mi carrera", anunció el ucraniano de 2,02 metros de estatura y 111 kilos de peso, apodado "Puño de hierro" por la demoladora potencia de sus golpes.
El mayor de los hermanos Klitschko, que podría ser durante la pelea padre por segunda vez -su esposa Natalie espera estos días una hija en Los Angeles- sabe que tiene prohibido perder. "No me quiero someter a presión, si quiero alcanzar mi objetivo tengo que batir a Donald. Así de sencilla es la cosa", dijo.
Donald, de 35 años, con sólo dos derrotas en los 43 combates disputados y nunca por KO, llegó dispuesto a aprovechar la última opción de llegar a peleas con bolsas millonarias.
La réplica del púgil norteamericano a las palabras del ex campeón mundial de la OMB fue rotunda. "Eso es señal que me subestima. Le deseo mucha suerte, pues la va a necesitar".
La importancia de la pelea atrajo al ring al famoso promotor norteamericano Don King, admirador de los hermanos ucranianos. "Amo a los Klitschko. Ambos son dos formidables boxeadores. Pueden seguir adelante sin mí porque tienen en Klaus-Peter Kohl un magnífico manager".