BUENOS AIRES.- San Lorenzo de Argentina quedó muy cerca de lograr el segundo título internacional de su historia luego de golear por 4-0 el miércoles como visitante a Nacional de Colombia, en el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana.
El equipo argentino sorprendió en la ciudad de Medellín con goles de Sebastián Saja, Pablo Michelini, Leandro Romagnoli y Rodrigo Astudillo a los 2, 25, 51 y 77 minutos, respectivamente.
El encuentro resultó accidentado y estuvo suspendido dos veces por incidentes que incluyeron el lanzamiento de una bengala desde las tribunas.
Con la holgada victoria, el equipo que dirige Rubén Insúa, ex entrenador del Barcelona de Ecuador, está muy bien colocado para la revancha, que se disputará el 11 de diciembre en el estadio "Nuevo Gasómetro" de Buenos Aires.
"San Lorenzo tuvo una gran actuación (...) Resolvimos un partido difícil. Hasta acá, Nacional había ganado siempre como local", dijo Insúa a periodistas tras el partido.
"Ahora, debemos aprovechar esta gran actuación y cerrar la eliminatoria en Buenos Aires", agregó.
No se puede escapar
Uno de los más efusivos por la victoria fue el veterano delantero Alberto Acosta, a quien le cometieron el penal con el que el arquero Saja marcó el 1-0.
"Si nos sacan esta Copa nos tenemos que matar", dijo Acosta. "Creo que el resultado fue justo. San Lorenzo se plantó bien en la cancha y ellos, a lo mejor, no jugaron bien", agregó.
En el conjunto colombiano, no hubo explicaciones para la abultada derrota sufrida.
"Es algo inexplicable. Fuimos un desastre (...) Hoy cometimos muchos errores individuales", sostuvo el arquero Edigson Velásquez.
Respecto de la reacción de los simpatizantes, el guardavalla dijo que "la gente se salió de control. El fútbol es algo divertido y no un lugar para generar violencia".
