MUNICH.- El equipo Williams-BMW tiene un plan operacional para ir en busca del título mundial de la Fórmula Uno y tratar de quitárselo a la hoy dominante Ferrari, afirmó Mario Theissen, responsable del Sector Competición de la fábrica alemana que provee sus motores a la escudería propiedad del inglés Frank Williams.
La clave, según Theissen, es el nuevo motor 10 cilindros, bautizado P83, que está siendo probado sobre un "bastidor híbrido" que ha venido manejando el piloto tester Marc Gené, en espera del inicio, después de las fiestas de fin de año, del trabajo con vistas a 2003 del colombiano Juan Pablo Montoya y el alemán Ralf Schumacher.
"Las pruebas hechas son muy satisfactorias y dejan abierta la posibilidad de una competitividad que puede resultar la clave para reducir lo más posible la brecha que actualmente separa a Williams de Ferrari", afirmó el técnico alemán que desde 1999 es el responsable en las pistas de la BMW.
Otra ventaja que Williams-BMW espera utilizar es el que le podrían porporcionar las nuevas reglamentaciones sobre los neumáticos, que consentirá a Michelin fabricar y desarrollar gomas "ad hoc" tanto para Williams como para McLaren, que son sus dos clientes más importantes.
Según Theissen, esto "aparece a primera vista como un beneficio, pero no hay que olvidar el riesgo que, con la multiplicación en varias direcciones, de esfuerzos y recursos, el resultado no sea el que todos nosotros esperamos".
Todo, en espera de que llegue el momento de la presentación del nuevo auto, el Williams FW25, que está siendo ultimado en la fábrica de Grove, bajo la supervisión del ingeniero Patrick Head, y que vería la luz en la segunda quincena de febrero.
De lo que Theissen está seguro es que el nuevo sistema de clasificación que se pondrá en marcha este año dará ventaja a Williams, que ha demostrado con Montoya -quien atrapó durante el campeonato siete pole positions en 17 pruebas- que ése es el punto más fuerte de la escudería angloalemana.