TOZEUR, Túnez.- El español Nani Roma (KTM 950 LC8 MoviStar Repsol) se mostraba contento tras conseguir la victoria en la cuarta etapa del Rally Dakar 2003, entre Túnez y Tozeur sobre 463 kilómetros y de los que sólo 25 eran cronometrados, ya que al margen del triunfo parcial había logrado su objetivo que no era otro que remontar posiciones en la general.
"Era una pista difícil para mi bicilíndrica al ser una pista muy retorcida y con muchos cambios de dirección, así que no tenía claro que pudiera ganar", dijo Roma.
El piloto mostró un moderado optimismo al decir que "no hay que ponerse eufórico, porque son sólo han sido 25 kilómetros y todo está por llegar. Yo quería colocarme lo más arriba posible en la general y lo he conseguido para afrontar con tranquilidad la quinta etapa que conozco bien".
Por su parte, Isidre Esteve (KTM 950 lc8 moviStar Repsol), que en un principio fue dado como vencedor de la etapa, pero después la organización alegando un "error de cronometraje", lo ubico en el puesto 20, dijo encontrarse "decepcionado".
"Me he sorprendido mucho cuando me han dicho que había ganado, porque me he perdido en dos cruces y la pista no era buena para la bicilíndrica. Sin embargo, después de verme primero en la clasificación y que me felicite todo el mundo, fastidia un poco perder tantos puestos", recalco el piloto.
La caravana del Dakar 2003 tras la cuarta etapa llegó a las puertas del desierto y mañana les espera la primera especial larga del rally, entre Tozeur y El Borma, con 494 kilómetros de los que 285 son cronometrados.
En una sola jornada se completarán cinco veces más kilómetros contra el reloj que en las cuatro anteriores, así que las diferencias comenzarán a abrirse.
Roma conoce bien el recorrido -se impuso en el Rally de Túnez este año- y deseaba salir en cabeza para abrir pista y evitar el polvo, muy peligroso en los adelantamientos.
