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Chile no pudo con Argentina ni sus fantasmas: 1-0

Un solitario gol de Cavenaghi le dio el triunfo a los argentinos, un resultado justo ante el timorato planteamiento de la "Roja". Al final del partido fueron expulsados Pinilla y Pinola.

09 de Enero de 2003 | 00:08 | Arturo León Díaz, El Mercurio Internet
SANTIAGO/COLONIA.- Sin jugar un buen partido, sin el brillo de figuras de la talla de Tévez y Cavenaghi, Argentina derrotó por la cuenta mínima a Chile en el segundo encuentro de ambos en el marco del grupo B del Sudamericano Sub 20.

Si bien los argentinos dominaron el juego en la primera fracción, ese mayor poderío de conjunto no se tradujo en peligro para el portero Pinto. El tanto del delantero de River Plate se produjo por una falla de Toro, que no alcanzó a darle al balón en un cabezazo, dejando a Pinto a merced del goleador.

Recién corría el minuto 24 del primer tiempo y si bien Chile ya exhibía su timorato planteamiento, con Rubio naufragando cada vez que se enfrentaba en solitario a los sólidos defensas argentinos, y con Avila tratando de generar fútbol junto a un irreconocible Muñoz, los trasandinos no eran más a la hora de generarse opciones de abrir y luego alargar las cifras.

Pero además de la "ausencia" de Muñoz, Fierro no fue el carrilero destellante que se vio ante Paraguay; estaba más preocupado del juego asociado de los argentinos, de las subidas de Pinola o de los quiebres que hacía por ese costado el zurdo Carrusca. Y por el otro lado, González intentaba algo más pero era bien controlado Gutiérrez y Romero. De sus pies salió la mejor opción chilena, cuando en el minuto inicial desbordó y su centro lo conectó defectuosamente Rubio. Era la apertura de la cuenta y el trámite habría cambiado.

Pero no fue y Argentina sí estuvo certera cuando Toro falló por arriba.

El resto de los "rojos" fueron intrascendentes, tanto en lo individual como en el juego colectivo. Acevedo corrió y trató de ganarle junto a Estrada el mediocampo a los argentinos, pero la tarea les quedó demasiado grande.

Con Chile tratando de manejar el balón y Argentina retrasándose para contragolpear, la segunda fracción pasó sin pena ni gloria. Romero y Cavenaghi se perdieron el 2-0, Pinto salvo otro par de ocasiones, mientras que al otro lado un tiro libre de Muñoz apenas asustó a Eberto.

No había cómo ni con qué. Los hombres de Cavalleri (¿o de Vaccia?) no tuvieron ideas ni corazón. Salvo el trabajo de Rubio, que tuvo fuelle hasta para bajar al mediocampo y enhebrar algo con la pelota pegada a sus botines, el resto quedó para el olvido. Ni los ingresos de Figueroa y Pinilla cambiaron la película. O sea, algo cambió porque el delantero de la "U" le entró fuerte a Pinola cuando terminaba el partido, recibió una "caricia" de vuelta y el árbitro Rivera le mostró la segunda amarilla y la roja de inmediato (a Pinola también).

Chile fue un fantasma, y así no podía hacer más contra Argentina. Una Argentina que ya casi gana por presencia, porque cuando no tiene fútbol, pone de lo otro. "Huevos" le dicen al otro lado de la Cordillera de los Andes. Y no son precisamente lo que ponen las (los) gallinas.
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