NUEVA YORK.- La primera crisis cardíaca que dejaron las series de comodines dentro de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) permitió a cuatro equipos pasar a la serie de división que comenzara este sábado.
Los partidos estelares de la jornada serán los que disputen las Aguilas de Filadelfia contra los Halcones de Atlanta y los Titanes de Tennessee frente a los Acereros de Pittsburgh.
La nota común para ambos partidos se centra en los duelos espectaculares que pueden protagonizar los dos mariscales, pero especialmente Donovan McNabb con las Aguilas y el explosivo Michael Vick, que saldrá para dirigir a los Halcones.
El ataque de las Aguilas se presenta como la gran incógnita, no sólo porque regresa McNabb después de ocho semanas de baja por lesión, sino por la defensa especial de un 3-4 que pueden encontrarse de los Halcones, nada fácil de superar como les sucedió a los Empacadores de Green Bay en su campo del Lambeau Field.
McNabb de mariscal es toda una garantía para que las Aguilas consigan muchas yardas por tierra, es sin lugar a dudas el de mayor poder en la NFL cuando avanza con el balón en sus manos.
Pero habrá que ver cómo responde en los primeros compases del partido, a disputarse en el estadio de los Veteranos de Filadelfia, y si McNabb se va a sentir a gusto en los lanzamientos desde el comienzo, algo que el equipo necesita para estar siempre en control del juego.
Los Halcones llegan al partido en plenitud de moral después de la histórica victoria conseguida el pasado sábado en el Lambeau Field de Green Bay y Vick volverá a salir al campo sin pensar que puede perder sino todo lo contrario convencido que va a ganar.
Los Titanes y los Acereros, rivales tradicionales cuando estaban en la misma división, todavía tienen cuentas pendientes que saldar y también se conocen muy bien por lo que el factor descanso será el que pueda determinar: los primeros no jugaron la pasada semana, mientras que los segundos necesitaron una remontada importante antes de vencer a los Cafés de Cleveland.
Como entre las Aguilas y los Halcones habrá duelo en el capítulo de los mariscales con Steve McNair con los Titanes y Tommy Maddox con los Acereros.
McNair, marginado del Pro Bowl por sus estadísticas de pase, es un corredor excepcional, logró 440 yardas para ser el mejor del equipo después de Eddie George, que será otra de las claves.
Además Maddox regresa al escenario donde sufrió una grave contusión que lo dejó paralizado temporalmente y espera pagarles a los Titanes con una excelente actuación, la demostración que dio ante los Cafés al remontar 17 puntos fue un buen entrenamiento.
Al día siguiente también habrá emoción
Si la jornada del sábado es cardíaca y de duelos asegurados en el apartado de los mariscales, la del domingo comienza con el enfrentamiento entre los Bucaneros de Tampa Bay y los 49ers de San Francisco, que una vez olvidada la polémica en la última jugada de su remontada histórica ante los Gigantes de Nueva York, quieren seguir en la competición.
Los 49ers, con Jeff García de líder, saben que el triunfo ante los Gigantes hizo historia, pero también son profesionales a los que les pagan por ganar partidos y es lo que tendrán que hacer ante los Bucanaeros.
García, el mariscal de origen mexicano, demostró que tiene toda la clase y sangre fría para superar la presión de ir abajo 23 puntos y en la segunda parte remontarlos con pases excepcionales al estilo de los legendarios Joe Montana y Steve Young.
Además el mariscal hispano, que estaba enfadado porque no le permitían jugar con los pases por aire cuando el partido se les iba de las manos ante los Gigantes, contra los Bucaneros va a ser la clave porque los 49ers no podrán avanzar mucho por tierra ante la defensa rival.
Brad Johnson vuelve a ser el mariscal titular de los Bucaneros después de haber estado lesionado en la espalda, pero no se sabe en qué condiciones lo hará, aunque llega para tirar los pases largos y dejar a Keyshawn Johnson hacer las jugadas cerca de la zona de anotación.
La clave del partido será el tiempo de posesión de balón porque los Bucaneros quieren limitar al máximo que García lo tenga en su manos, donde se convierte en auténtica arma letal.
Los Jets de Nueva York y los Raiders de Oakland han llegado a la segunda ronda como los grandes favoritos a estar en el Super Bowl, pero uno de ellos quedará eliminado el próximo domingo.
Los protagonistas de la fase final este año han sido los Jets, que se clasificaron para jugar por la diferencia de porcentaje en su división y ahora es el equipo de moda después de la paliza de 41-0 ante los Potros de Indianápolis.
Ambos equipos tienen un sistema de ataque muy parecido y los dos mariscales que se enfrentan son los que están en mejor momento de forma con Rich Gannon, ganador del premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la liga, para los Raiders y Chad Pennington para los Jets, que fue una máquina de hacer puntos.
La diferencia podría darse en que los Jets atacan con pases largos y cuentan con receptores rápidos como Laveranues Coles, Santana Moss y Wayne Chrebet, que también podrían apoyarse en Richie Anderson cuando viene desde atrás.
Los Raiders tienen la vuelta de Charles Woodson, un jugador decisivo, y Terry Porter será la clave en el ataque porque en el papel es el único receptor rápido que puede romper la defensa de los Jets.