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Chile vuelve a caer en el Sub 20: 1-0 ante Colombia

La selección chilena volvió a brindar una actuación pálida, sin ideas y carente de toda variante en el Sudamericano Sub 20 de Uruguay. La derrota 1-0 ante Colombia lo dejó a un partido (el domingo ante Venezuela) del regreso a casa. Ya nadie cree en milagros.

11 de Enero de 2003 | 00:10 | Arturo León Díaz, El Mercurio Internet
SANTIAGO/COLONIA.- Chile no merecía ganar. Ni siquiera empatar. Porque la única jugada de peligro llegó bien adentro el segundo tiempo, a través de un cabezazo de Acevedo que Landázuri despejó con un manotazo. Y así es mejor regresar.

Colombia le dio la bendición a este muerto vestido de rojo, que ni siquiera tuvo agallas para brindar los últimos estertores de aquel que sabe de su despedida final. Un solitario gol de Montaño, mediante lanzamiento penal cuando se jugaba el segundo minuto de descuento de la primera fracción, bastó para echar por tierra toda la renovación que intentaron hacer Cavalleri y Vaccia con sus cambios de hombres y posicionales.

Cambios que por cierto no dieron resultado alguno, salvo el regular cometido del portero Bravo y del líbero Rojas. Pese a las innovaciones, la táctica no varió, tampoco hubo más ganas y Rubio siguió huérfano en ofensiva. Y así, mejor volver a casa.

Jiménez no fue la aduana que se buscó al dejar a Muñoz en la banca. Fierro corrió, pero por donde no debía; las bandas lo echaron de menos. Ni Figueroa ni González fueron desahogo por los costados y Acevedo y Aceval estuvieron imprecisos e inseguros en su tarea de custodiar a los delanteros colombianos. Estos, con un fútbol directo y veloz, pusieron en problemas a la retaguardia chilena, hasta que llegó el "maldito" penal.

Cavalleri y Vaccia se la jugaron otra vez. Mandaron a la cancha a Muñoz, Avila y Fica, en una desesperada maniobra por abrir la cancha, por ser punzantes de una vez por todas. "Ahora sí, juguemos, que tenemos tres delanteros", gritaba Cavalleri. Las pinzas. Nada cambió.

Y Colombia, refugiado en su territorio pero sin pasar zozobras, se dio el lujo de poner en aprietos a Bravo. El 2-0, salvo la opción de Acevedo, siempre estuvo más cerca que el empate rojo.

Ya es historia este Sudamericano para Chile, aunque le reste el partido de despedida ante Venezuela (domingo a las 20 horas) y algunos todavía crean en los milagros y en las resurecciones. Es que así no se merece avanzar.
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