MELBOURNE.- El australiano Andrew Ilie, derrotado en primera ronda del Abierto de Australia por un compatriota salido de las calificaciones, afirmó el miércoles en la prensa, que la lucha contra el dopaje está perdida, lo que fue contestado por la Federación Internacional (ITF).
Ilie, 490° jugador mundial, que se había beneficiado de una invitación, fue batido por su compatriota Jaymon Crabb, por 6-3, 3-6, 7-6 (7/3) y 6-4.
"El problema es crucial actualmente... algunos están dispuestos a sacrificar su salud por tres años de gloria", afirma Illie en el diario The Herald Sun, añadiendo que él nunca cedió ante el dopaje.
Ilie confirmó de este modo las sospechas avanzadas la víspera por el ex campeón australiano de dobles Mark Woodforde, al que le "gustaría creer que este deporte es completamente limpio", afirmó en la prensa.
Pero, según la Federación Internacional de Tenis (ITF), los resultados de los tests efectuados estos siete últimos años hablan por sí solos con sólo 10 casos de jugadores controlados positivos.
Unos 120 tests al azar serán efectuados esta quincena en Melbourne, incluido un cierto número de controles sanguíneos para detectar la toma eventual de eritropoyetina (EPO).
El estadounidense Andre Agassi afirma estar dispuesto a someterse a un test sanguíneo para lavar a su deporte de las sospechas de dopaje de esta sustancia. Por su parte, el ruso Marat Safin se opone a este tipo de control. Para él, los tests de orina son suficientemente desveladores.
Si algunos jugadores se negaran a ser controlados, serían automáticamente suspendidos por dos años, precisó un portavoz del Abierto de Australia.