MELBOURNE.- El estadounidense Andre Agassi ganó hoy su octavo título de Grand Slam al arrasar en la final del Abierto de tenis de Australia al alemán Rainer Schuettler, al que batió por 6-2, 6-2 y 6-1 en tan sólo una hora y 16 minutos.
A sus 32 años, Agassi, que sólo perdió un set en todo el campeonato, se adjudica además su cuarto título en Melbourne, donde nunca perdió una final.
"Echaba de menos esto", dijo emocionado Agassi, que ganó en Melbourne en 1995, 2000 y 2001, pero que no pudo participar el año pasado por una lesión. "Tengo que confesar que me siento medio australiano", bromeó.
Agassi, jugador número dos del mundo, es uno de los pocos jugadores en la historia del tenis que ha logrado ganar los cuatro títulos de Grand Slam: Roland Garros, Wimbledon, US Open y Abierto de Australia.
El estadounidense no dio ninguna opción al alemán y empezó el partido presionando con la máxima intensidad. Cuando Schuettler quiso darse cuenta de lo que pasaba ya perdía por 3-0.
El alemán, que a sus 26 años jugaba su primera final de Grand Slam, intentó una tímida reacción, pero Agassi apretó el acelerador y se llevó la primera manga en apenas media hora.
En el segundo set, Schuettler aguantó al estadounidense tan sólo los dos primeros juegos. Luego, ni siquiera sus veloces piernas pudieron hacer frente a la precisión de los golpes de Agassi.
La tercera manga fue una pura formalidad. El alemán ya no creía en sus posibilidades y Agassi mostró toda la gama de golpes que atesora. "Tengo que felicitar a Agassi", dijo Schuettler. "Hoy fue demasiado bueno para mí".
La manera en la que finalizó el partido fue una síntesis del momento tan dulce por el que atraviesa el estadounidense, que se adjudicó el título con un letal resto tras el segundo servicio de Schuettler, que sólo pudo mirar como la pelota le pasaba a dos metros de distancia.
"No puedo vivir sin la competición"
Luego de su triunfo, el tenista estadounidense declaró que donde más dificultades encontrará para ganar será en Roland Garros, pues es donde hay más grandes jugadores a batir.
"Lo más difícil será ganar en París. Allí me encontraré con muchos grandes jugadores especialistas en arcilla a los que hay que ganar", reconoció Agassi tras imponerse hoy en la final del Abierto de Australia al alemán Rainer Schuettler por 6-2, 6-2 y 6-1.
El estadounidense, que tiene enfocada la temporada a competir sobre todo en los Grand Slams y en algún torneo señalado, aseguró que la arcilla de Roland Garros será más complicada de conquistar que la hierba de Wimbledon, aunque la necesidad de triunfos no será la misma que el año pasado, en el que sólo alcanzó la final en el US Open.
"Puedo decir honestamente que este año ya fue un gran éxito para mí, y sólo llevamos tres semanas. Ese es un sentimiento fantástico", reconoció Agassi, que a sus 32 años se adjudicó el cuarto Abierto de Australia y el octavo Grand Slam de su carrera.
"No puedo vivir sin la competición. No puedo vivir sin el trabajo duro. No puedo vivir sin ese sentimiento que se tiene cuando se trata de conseguir algo que es incierto. Creo que eso es lo que me empuja".
Agassi está convencido de que su juego mejora día a día. "Siento que puedo jugar al tenis de muy diferentes maneras. Con golpes profundos, con ángulos, a mayor o menor ritmo, incluso subiendo a la red más que en ningún otro partido. Siempre dependiendo de cómo se desarrolla el partido", dijo el estadounidense, al que todos apuntan como el hombre más en forma del momento.
"No creo que sea el mejor jugador del mundo en estos momentos", aseguró Agassi, que sin embargo sólo perdió un set durante todo el campeonato. "Cada día es diferente y cada partido es diferente. Lo que puedo decir es que estas dos semanas estuve golpeando a la bola como nunca lo hice. Me siento más fuerte y mejor".
