QUITO.— El gremio ecuatoriano de árbitros de fútbol inició el viernes un paro en demanda de sustanciales aumentos salariales, lo que impediría el inicio del torneo de primera división este fin de semana, pero la Federación Ecuatoriana amenaza con sanciones.
El presidente de la Asociación de Árbitros, Mauricio Reinoso, dijo que "hemos sido claros y nos mantenemos en nuestra postura; comunicamos la medida a los árbitros que iban a actuar este fin de semana y ellos nos apoyan".
En declaraciones a CRE manifestó que "no se puede revisar la decisión sin reunirme con mis compañeros, pero eso lo haremos el próximo martes en Guayaquil".
Consultado acerca de posibles sanciones a uno o varios integrantes de ese gremio por parte de la Federación Ecuatoriana, aseguró que "si suspenden a un grupo, suspenderán a todos. Estamos unidos".
El primer encuentro de la temporada del 2003 estaba previsto para la noche del viernes en Cuenca, entre Deportivo Cuenca y Espoli, pero el juez designado, Bommer Fierro, confirmó que ni siquiera viajó a esa ciudad.
Otro de los dirigentes de los árbitros, Alfredo Intriago, añadió que "han sido enviadas comunicaciones a todos los árbitros para no asistir a ningún estadio del país este fin de semana".
Agregó que "conversamos con todos los árbitros y ellos saben las disposiciones del directorio para que ninguno se presente".
La Federación Ecuatoriana (FEF), aduciendo problemas económicos, decidió congelar los salarios de los jueces nacionales en 300 dólares por cada partido y en 400 para los jueces con carnet internacional, pero el gremio pidió un aumento del 40%.
En el torneo de primera división se aprestaban a competir el campeón Emelec, Barcelona, El Nacional, Liga de Quito, Espoli, Deportivo Quito, Aucas, Deportivo Cuenca, Manta y Técnico Universitario.
El presidente interino de la FEF, Carlos Villacís, dijo que "definitivamente estos señores están en un plano intransigente porque les hemos hecho una buena propuesta ... pero todo les parece poco".
"Les he pedido que laboren en la primera fecha y que sigamos conversando, pero están inflexibles", afirmó en radio Sonorama.
Añadió que "si no se hace lo que ellos dicen tendremos que aplicarles el reglamento, cinco fechas de suspensión a los que no se presenten".