HAMBURGO.- Jens Lehmann, portero del campeón Borussia Dortmund y el ’’número dos’’ en la selección nacional, marcó este fin de semana un verdadero récord en el fútbol alemán: se convirtió en el primer jugador en ser expulsado por agredir a un compañero de equipo en pleno partido.
La ’’víctima’’ de la insólita agresión de Lehmann, conocido por su carácter irascible dentro de la cancha, fue el brasileño Marcio Amoroso, otro de los ’’gallitos’’ de pelea en las filas del actual campeón.
’’Tuve una reacción un poco tonta’’, reconoció hoy Lehmann al comentar la jugada que despertó la polémica entre los expertos: ¿se puede expulsar a un jugador por agredir a su propio colega de equipo, o sólo vale cuando se trata de un rival?
Corría el minuto 80 en el acalorado superclásico entre el Dortmund y el Schalke y el marcador estaba empatado a dos goles. El ambiente estaba muy tenso, en parte por las discutidas decisiones del árbitro.
El local Schalke había perdido en el primer tiempo al delantero nigeriano Victor Agali, expulsado por un codazo a Dedé, el defensor brasileño del Dortmund, que previamente había golpeado a su rival sin que el árbitro lo castigara igualmente con la tarjeta roja.
El portero Lehmann, que había visto el cartón amarillo por protestar una decisión arbitral en el primer tiempo, en vez de serenarse, siguió protestando y despotricando contra medio mundo.
Hasta que llegó el minuto 80, cuando el árbitro Herbert Fandel anuló un gol legítimo del Schalke, por supuesta posición fuera de juego. Mientras los del Schalke protestaban la decisión que les robaba el triunfo en el clásico, Lehmann salió disparado de su arco y corrió 35 metros para enfrentar a Marcio Amoroso y recriminarle su falta de ’’garra’’.
Lehamnn gesticuló, gritó y empujó al brasileño. Amoroso reaccionó primero estupefacto por la agresión de su colega, pero no se quedó quieto y si no hubiera sido por los compañeros que estaban al lado y separaron a ambos jugadores con fama de pendencieros, los dos se hubieran trenzado a puñetazos. La consecuencia: amonestación a Lehmann y expulsión por acumulación de tarjetas amarillas.
"Las reglas son claras", explica el áribtro Fendel su decisión. "No se deben tolerar agresiones de un jugador, independientemente si están dirigidas a un rival o un compañero de equipo, además, había advertido a Lehmann de que dejara de protestar y de que no abandonara el área penal, lo volvió a hacer y así no tuve otra opción que sancionarlo, por falta de deportividad".
El propio Lehmann desmiente al árbitro: "tenía algo que decirle a Amoroso y para poder hablar con él tuve que recorrer media cancha, pero jamás imaginé que Marcio iba a tocarme. Es algo que puede suceder en la cancha y en un clásico, pero el argumento utilizado por el áribtro es un disparate, inventó una regla nueva".
Amoroso, por su parte, evitó cualquier comentario al respecto, limitándose a decir: "todo el mundo vio lo que pasó dentro de la cancha". Pero se lo vio quejándose con vehemencia a su técnico, Matthias Sammer, que lo sacó del campo para hacer entrar al arquero suplente, insinuándole que nunca más iba a volver a jugar con "un loco" como Lehmann.
Es la cuarta expulsión que sufre el guardameta internacional, con lo que alcanzó el triste récord de ser el portero alemán más sancionado, aún por encima de su eterno rival, Oliver Kahn, del Bayern Múnich.