AUCKLAND, Nueva Zelanda.- Hoy se cumple una semana desde que la más importante competencia de yates a nivel mundial se "ahogó" en el Golfo de Hauraki (a 35 minutos de Auckland). Hoy, después de cinco horas de espera, se suspendió por quinta vez la cuarta regata de la Copa del América. La razón no es otra que el clima.
El problema es que después de tanta espera, el dicho ya no se puede aplicar. Pareciera ser que "a mal tiempo, mala cara", ya que la lluvia y las nubes negras no sólo están cubriendo a la ciudad, sino que también las caras de la mayoría de los que "rodean a la vela": equipos, turistas, organizadores. Lo que partió como una competencia, se esta tornando en una historia de terror. Y eso sí que es grave.
Un claro ejemplo de esto es que hoy (martes) en la tarde en Wellington, la capital de Nueva Zelanda, la policía encontró cartas con cianuro que habían sido enviadas a las embajadas de Estados Unidos, Australia y Gran Bretaña, como una forma de amenaza para detener la posible guerra contra Irak. Las cartas mencionaban la Copa del América.
Por eso, el líder del comité organizador de la carrera, Tony Thomas, decía hoy que "las amenazas han paralizado la carrera y espero que las cosas vuelvan pronto a la normalidad".
Sin embargo, el retorno a la "normalidad" se ve cada vez más lejano. Las condiciones climáticas no son aptas para una posible carrera mañana o el jueves. El terror que están comenzando a sentir los "kiwis" es totalmente diferente a la alegría que había en un principio.
Es por eso que será mejor esperar hasta el viernes para ver si Suiza o Nueva Zelanda logran llegar a la cuarta base. Para ver también si son realmente ciertas estas amenazas.
Por el momento, el "viento" está protegiendo a los competidores y turistas de un posible ataque y a los tripulantes del "Team New Zealand", que cae 3-0 ante los suizos del "Alinghi" y aún trabajan para superar los errores cometidos en las tres primeras regatas.