SANTIAGO.- A punta de coraje y fuerza anímica Colo Colo había logrado empatar el partido ante Boca Juniors. Y seguía buscando en procura del triunfo, su primer triunfo en la presente edición de la Copa Libertadores de América, pero se despreocupó del fondo y Delgado acertó en un contragolpe cuando se jugaba el minuto 88 y Moreno cerró el triunfo argentino por 2-1.
Esas ansias le jugaron una nueva mala pasada a los albos y lo dejaron en un preocupante camino hacia la clasificación. Falta mucho recorrido, pero una derrota como local -más la que cosechó de visita ante Barcelona- indica que esta copa parece quedarle grande al joven plantel chileno.
Ni la presencia de Zamorano, ni la experiencia y empuje de Espina, ni la velocidad de Fierro y Madrid, ni la búsqueda de Neira, ni los cambios ofensivos que hizo el técnico Pizarro bastaron para que los albos pudieran batir a un sólido Boca.
Porque el fondo xeneize no tuvo errores, salvo el error de Burdisso que terminó en el penal de Abbondanzieri a Zamorano y en el tanto de Espina. Porque "Equi" González hizo lo que quiso en la mitad de la cancha hasta que debió dejar el partido resentido. Porque Delgado es un "superserie" a la hora de encarar con su velocidad y habilidad. Y porque la oncena de Bianchi aprovechó todas -y fueron muchas- las licencias que dio el fondo colocolino, pese al regular trabajo de Ramos en el fondo.
Boca pudo irse al descanso con una mayor ventaja que el 1-0 (penal de Moreno a los 38' tras un error inmenso del arquero Lobos). González y el mismo Moreno desperdiciaron un par de oportunidades y Lobos salvó otras tantas, mientras Colo Colo deambulaba sin destino en la cancha de Pedreros sin poder amarrar una jugada colectiva, sin poder habilitar con ventaja a Neira o Zamorano.
Al regreso de los camarines hubo otra disposición de la oncena de Pizarro. Pero no significó un mejor juego, sí una disposición anímica distinta debido al orgullo herido. Y eso bastó para descontrolar un tanto a los xeneizes y llegar a la igualdad gracias al error de Burdisso.
Colo Colo siguió presionando, intentando llevar peligro a la valla de Abbondanzieri gracias a la incorporación de Romero y más tarde Quinteros. Por ahí lo tuvo Zamorano pero el delantero perdió en el duelo ante Abbondanzieri, hasta que Boca acertó en el otro lado con una rápida jugada de Delgado, que cedió a Moreno y éste no tuvo más que liquidar ante un jugado Loyola (reemplazó a Lobos en el entretiempo).
Ya no quedaba nada para reaccionar. Ni fuerzas, menos ideas claras en alguna cabeza blanca. El 2-1 fue justo para los argentinos y a la vez mucho castigo para los albos, que aún "bailan con la fea" en esta copa mayor.