MELBOURNE.- Ferrari y Michael Schumacher esperan seguir haciendo buenos negocios en el campeonato de Fórmula Uno de 2003, que se iniciará este domingo en Australia con reglas de competición recién modificadas.
Los cambios son los más atrevidos en medio siglo de historia de la Fórmula Uno, pero muchos apuestan a que, a pesar de la novedad, el pentacampeón alemán Schumacher abrirá la temporada con otro triunfo en el circuito de Melbourne.
El alemán ha estado en la cima de las clasificaciones por 896 días y ha llegado no sólo a la meta sino al podio en todas las carreras del año pasado, mientras su escudería, la italiana Ferrari, ha alistado para el inicio de la temporada una versión revisada del rutilante coche F2002.
Será más que una sorpresa si la dupla Schumacher-Ferrari no triunfa, pero la casa italiana que ganó 15 de las 17 carreras del 2002, sumando cuatro campeonatos consecutivos de constructores y tres títulos de pilotos, no da nada por ganado de antemano.
"Los siete títulos que ganamos en los cuatro últimos años no impiden que estemos hambrientos de más", dijo el jefe de Ferrari, Jean Todt.
"Creemos que es probablemente imposible que repitamos lo que hicimos la temporada pasada. Nuestros contrincantes harán lo máximo para complicarnos la vida", añadió.
Las escuderías británicas McLaren y Williams parecen llamadas a hacer el mayor desafío, aunque Williams todavía tiene que trabajar tiempo extra para poner a punto al bólido con el que espera pelear por el campeonato, el FW25.
Se necesita paciencia
El británico David Coulthard, el único de los actuales pilotos que ha triunfado en Melbourne, cree que los pilotos de Ferrari (Schumacher y el brasileño Rubens Barrichello) marcarán el ritmo.
"Creo, siendo realista, que Ferrari comienza la temporada con una ventaja y es el hecho de cuántos puntos ellos acumularán antes de que tengamos en condiciones el nuevo carro y estemos en mejor situación", dijo el jueves Coulthard, piloto de McLaren.
"No estoy tan confiado en nuestras aspiraciones de campeonato como estaba al comienzo del año pasado y obviamente se vio que no fuimos muy bien en el año", apuntó el piloto ganador en Melbourne en 1997.
"Se necesita tiempo... Sólo tenemos que ser pacientes", agregó.
Los cambios de reglas, con la introducción de una clasificación a una vuelta y estrictos controles para evitar ajustes de última hora en los coches antes de las carreras, han dado un poco de incertidumbre a un deporte que se había vuelto demasiado predictible.
El colombiano Juan Pablo Montoya, segundo en Melbourne el año pasado con un coche Williams y ansioso luego de obtener en 2002 siete posiciones de privilegio en la partida sin llegar a la victoria final, será uno de los principales competidores.
"Todo lo que cada equipo ha hecho en los últimos meses no nos dice nada sobre dónde estamos, hasta que se se corre el primer Gran Premio, y esta temporada las nuevas reglas agregan más incertidumbre", dijo Montoya.
"Me gusta la idea de clasificación en un solo intento. Será bueno mejorar mi resultado del año pasado, por supuesto, pero estaré muy contento si logro mejorar mi rendimiento carrera tras carrera hasta el final de la temporada", agregó.
Toyota, clasificado décimo el año pasado, puede constituirse en protagonista con un nuevo coche que se parece al F2002.
Para completar la incertidumbre, cuatro pilotos correrán por primera vez este año en la Fórmula Uno: los brasileños Antonio Pizzonia con Jaguar y Cristiano da Matta con Toyota y los británicos Justin Wilson con Minardi y Ralph Firman con Jordan.