BUENOS AIRES.- La delegación del club argentino River Plate regreso hoy en silencio y con caras largas a Buenos Aires, tras su "noche negra" en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil por el Grupo 1 de la Copa Libertadores de América.
Los futbolistas y el entrenador, el chileno Manuel Pellegrini, eludieron todo contacto con la prensa con la excusa de que inmediatamente tenían programado un entrenamiento para el partido de mañana, domingo, con Estudiantes de La Plata, correspondiente a la quinta jornada del torneo Clausura local.
La única opinión sobre el partido del jueves, en el que los riverplatenses cayeron 1-3 ante el ecuatoriano Emelec, en un partido accidentado, fue del directivo Antonio Larregina.
"Fue realmente escandaloso, pero no vamos a protestar", dijo en referencia al arbitraje del brasileño Marcio Rezende, tras lo cual destacó que la "filosofía" de ese popular club del fútbol argentino es que "los partidos se ganan o se pierden en la cancha".
Para el directivo, el juez cobró un penal "inexistente", que posibilitó la igualada 1-1 de Emelec, y luego "ignoró olímpicamente" un botellazo que lesionó el hombro derecho del portero José Buljabisich en la jugada previa al segundo gol de los ecuatorianos.
El diario deportivo "Olé" publicó en su edición de hoy que, en protesta por el encuentro del jueves en Guayaquil, River Plate no enviará ningún representante a la reunión del lunes de la Confederación Sudamericana de Fútbol en Asunción (Paraguay), donde se hará el sorteo de partidos por la Copa Sudamericana.
"Igual no nos tienen en cuenta", según dijo un dirigente que el rotativo no identifica.
La delegación, que llegó procedente de Santiago de Chile, donde pasó la noche del viernes, se dirigió en autobús hacia el estadio Monumental, de Buenos Aires, escenario del partido de mañana con Estudiantes de La Plata.
River Plate tiene en el torneo local siete unidades, tres menos que los líderes Rosario Central y Racing Club, por lo que necesita mañana alzarse con una victoria para no quedar rezagado en la pelea por el título.
En cuanto a las posibilidades de pasar a la segunda fase de la Copa Libertadores de América, los riverplatenses aún conservan el optimismo, pese a que en tres partidos cosecharon dos derrotas y un sólo triunfo.
El directivo Larregina consideró que los dirigidos por Pellegrini pueden lograr siete de los nueve puntos que restan disputar, con lo que sumarían diez unidades, suficientes para clasificar.
En esos cálculos, dio por seguro que River Plate ganará los dos partidos que le quedan como local -primero ante el colombiano Deportivo Cali y luego con Emelec- y que puede lograr una igualada en la visita al paraguayo Libertad.
