SANTIAGO/ESTORIL.- La arcilla portuguesa era propicia para que Fernando González (23° de la ATP) recuperase su tenis y se fuera poniendo a tono con el tenis que se desarrolla a esta altura de la temporada.
Su rival, el español David Ferrer (54°), era un jugador accesible pese a contar con una derecha respetable y una velocidad de piernas que el chileno ya había conocido en Auckland, cuando el hispano se quedó con el único partido que los había enfrentado hasta hoy.
Y el primer set refrendó todo lo anterior, ya que además González se enfocó desde el comienzo (quebró el servicio del europeo de entrada), su servicio funcionó casi perfecto y tampoco desperdició una segunda oportunidad de quiebre. Así se quedó con la primera manga por 6-2, en apenas 25 minutos.
Pero la regularidad fue el primer enemigo del chileno. Comenzaron los errores no forzados por tratar de darle potencia y velocidad a sus tiros, y Ferrer fue subiendo su nivel hasta aprovechar las fallas de su rival y quedarse con la segunda manga tras 45 minutos de juego.
Y la verdad es que es español tuvo todo para avanzar a segunda ronda. Un quiebre en el sexto juego le permitió colocarse 4-2 arriba y con el servicio a su favor, pero en el siguiente game la presión le pasó la cuenta. Pelotas desmedidas y errores en el saque le permitieron al chileno recuperar de inmediato su saque.
Ahí vino la debacle de Ferrer. De 4-2 pasó a estar 5-4 y con González al servicio. Incluso tuvo una "salida de madre" (lanzó la raqueta a las graderías) que dejaron a González con la ventaja casi definitiva y al borde del triunfo. Y éste no la desaprovechó y en 36 minutos redondeó un partido que se veía fácil, que de pronto de alejó por errores propios pero que pudo recuperar cuando se lo "regalaron".
En la siguiente fase, González enfrentará al argentino José Acasuso (45°), que ayer venció al español David Sánchez por un cómodo 6-3 y 6-4.
