MILAN.- Un gol de Christian Vieri, en un despiste defensivo valencianista, bastó para dar el triunfo al Inter de Milán sobre el Valencia (1-0), en un partido tacaño, de poca calidad, pero que permite al equipo milanés adquirir ventaja en la búsqueda de las ansiadas semifinales.
El primer "round" entre ambos contendientes, como ayer mismo apuntó el propio Baraja, fue físico, duro y táctico. Pero también tosco y feo. Y vio a un Valencia muy inferior a lo esperado y que se descentró justo tras sufrir el gol de Vieri.
Un gol que trae la primera derrota foránea del Valencia en la presente edición de la Liga de Campeones, además de ser también la primera valencianista de la historia en sus visitas al Inter de Milán.
Héctor Cúper, técnico argentino interista y ex entrenador valencianista, sorprendió de salida dejando en el banquillo a Fabio Cannavaro y al uruguayo Alvaro Recoba, para dar entrada a Marco Materazzi, más espigado y dado a la lucha física con el potente noruego Carew, y al argentino Hernán Crespo, que volvía al once inicial tras tres meses de lesión.
Al colombiano Iván Ramiro Córdoba, pues, le iba a corresponder la misión de intentar secar a Palo Aimar, con el que ya mantuvo duelos en Argentina. Pero el valencianista jugó demasiado atrás y apenas se vieron con la intensidad prevista.
Y es que el conjunto de Rafa Benítez, que alineó a los previstos y salió dando buenas sensaciones, más presente y ahogando a su rival con una excelente presión alta, como temía su técnico en la víspera complicó pronto el devenir del partido en un despiste.
Dejó muy sólo en el minuto 14 al turco Emre, el único jugador interista capaz de poner calidad, y de una internada suya por la banda derecha llegó el tanto de Vieri, quien tres minutos antes ya había empeñado con un disparo a Cañizares.
Un gol, el segundo europeo esta campaña de un Vieri implacable en la liga italiana, que bien es verdad también tuvo la fortuna de que Hernán Crespo tocó de cabeza lo justo el centro de Emre para que el balón se le quedará en inmejorable situación al también desmarcado dentro del área Vieri, que tuvo sólo que tocar y colocar ante un Cañizares que poco podía hacer.
El partido se ponía donde le gusta al Inter de Cúper, un equipo que sigue alarmantes carencias organizativas, que no sabe ni le gusta llevar el balón pegado al pie (salvo Emre) y que vive de la garra, de estar agazapado y a la espera de los fallos rivales para lanzar el contragolpe.
Al Valencia, pese a tener el balón, decepcionaba. No estaba fluido, abusaba demasiado en pasar por el centro, dejaba muy sólo adelante a Carew, pues Aimar jugaba retrasado ya que Baraja ganaba pocos metros, y Rufete se centraba en demasía en lugar de buscar la banda derecha.
Esto hizo que desde el gol hasta el descanso, apenas sucediera nada digno de halago y que lo más notable fueran los silbidos del público cada vez que su portugués Sergio Conceicao tocaba el balón. Desde luego, a Conceicao, que nunca ha entrado en el corazón de la afición interista, su gente le estaba haciendo un flaco favor.
A siete minutos del descanso, eso sí, al menos Albelda, con un disparo desde fuera del área, dio el primer susto a un Toldo que tampoco tuvo que emplearse a fondo para detener el disparo.
El Inter de Cúper no hacía nada de particular, seguía atento y ramplón, pero le bastaba ante un Valencia espeso.
El nerviosismo, además, empezó muy pronto en la segunda mitad a hacerse notar sobre el campo. Y, tras una dura entrada de Materazzi sobre Baraja, Emre y Albelda, con mayor culpabilidad del turco, se empujaron, se armó el lío y el colegiado lo saldó todo con las expulsiones de ambos (m.57).
La confrontación se ponía aún más tosca. A priori al "gusto italiano". Sin embargo, pareció picar a un Valencia que creció y que con un Aimar más activo rozó el empate. Lo hizo Rufete (m.59), con un colocado disparo que se perdió fuera por poco, y el propio Aimar (m.63 y 64), el primero en disparo bien detenido por Toldo, el segundo con fallo en el remate del sudamericano.
El Valencia, que poco después sacó a Angulo por un desasistido y desafortunado Carew. Pero el equipo valenciano, pese a acercarse a la meta rival y jugar casi todo el tiempo el terreno adversario, no estuvo fino.
Además, el Inter cada vez se tornaba más descaradamente defensivo, con la única misión de mantener el 1-0, con Cannavaro por Hernán Crespo en los últimos diez minutos. Cúper logró su objetivo y ahora el Valencia deberá aprender de los errores de hoy y de la pasada campaña para remontar la eliminatoria en casa.
INTER DE MILAN: Toldo; Javier Zanetti, Córdoba, Materazzi, Coco (Pasquale, m.31); Sergio Conceicao (Okan, m.65), Cristiano Zanetti, Di Biagio, Emre; Hernán Crespo (Cannavaro, m.83) y Vieri.
VALENCIA: Cañizares; Reveillere, Ayala, Marchena, Carboni; Rufete (Mista, m.80), Baraja, Albelda, Vicente (Fabio Aurelio, m.85); Aimar y Carew (Angulo, m.66).
Gol: 1-0. Min.14: Vieri, de cabeza.
Arbitro: Markus Merk (ALE). Mostró tarjeta roja directa a Emre y Albelda (m.57) por supuesta mutua agresión, y amarilla a Rufete (m.43), Cristiano Zanetti (m.71), Pasquale (m.92) y Aimar (m.93).