FILADELFIA.- La figura de Michael Jordan pasó a ser historia como jugador activo después de que anotase dos tiros de personal y completó una trayectoria única de 15 años de profesional, en la que transformó por completo el mundo de la NBA.
El tercero y definitivo adiós de Jordan del deporte que fue su vida y pasión tuvo como escenario el First Unión Center de Filadelfia, donde su equipo de los Wizards de Washington perdieron por 107-87, pero los 21.257 espectadores le dedicaron más de cinco minutos de ovaciones continuas al comienzo y al final del partido.
Jordan no brilló con su juego, se quedó con sólo 15 puntos, pero tampoco necesitaba demostrar nada a nadie. Simplemente llegó para completar 82 partidos de liga y decir el adiós oficial de su retirada.
Jordan, de 40 años, que antes ya se había retirado dos veces, dijo que ahora era la definitiva porque había cumplido con su misión y asimilado la realidad de avanzar en otra dirección.
"El baloncesto ha sido mi vida y pensar que nunca más voy a ponerme un uniforme ya no me genera un sentimiento terrible porque es algo que he asimilado con el tiempo, aunque como en el amor, cuando tienes que dejar a alguien se genera una situación emocional nada fácil, pero estoy preparado", comentó Jordan.
El jugador considerado por muchos como el mejor de todos los tiempos definió el baloncesto como su mejor amigo, pero que como en la vida, si quieres crecer y avanzar a veces tienes que separarte y dejarlo atrás.
Esta vez Jordan no pudo tener un final de película como cuando se retiró en 1998 con canasta "mágica" que le valió a los Bulls de Chicago el sexto título de liga, pero sí jugó una temporada completa, algo que nadie esperaba pudiese conseguir un deportista a los 40 años y con promedios de más de 20 puntos.
"No importa la marca perdedora que hemos logrado como equipo, Michael ha tenido una temporada excepcional de 82 partidos completos, que sólo una superdotado como él puedo conseguir", declaró el entrenador de los Wizards, Doug Collins.
Una experiencia diferente con Wizards
Jordan admitió que jugar con los Wizards había sido una experiencia completamente diferente a lo que vivió con los Bulls.
"Todo era completamente diferente, porque el nivel de madurez y la actitud ganadora (en Bulls) estaba consolidada y cada uno la entendía para luego ofrecer dedicación y mucho sacrificio", destacó Jordan, que espera volver al cargo de presidente de operaciones de los Wizards para imponer a través de sus decisiones esa misma filosofía, que como jugador no pudo inculcar a los jóvenes valores en el campo.
Jordan después de 15 temporadas estableció unas estadísticas de 32.292 puntos, 6.672 rebotes, 5.633 asistencias, 2.514 robos de balón, 12.192 tiros de campo, seis títulos de liga y cinco de premios de Jugador Más Valioso (MVP) de la liga.
Su gran logro con la segunda vuelta a la competición fue el conseguir establecer el promedio más alto en anotación en la historia de la NBA con 30,1 puntos por partido y superar al legendario Wilt Chamberlain, el máximo rival que tiene a la hora de definir quien ha sido el mejor de todos los tiempos.
"No es el momento de establecer comparaciones, cada una de las generaciones de jugadores fue pasando su legado y ahora la liga queda en buenas manos porque hay un grupo de nuevas figuras que continuarán con el trabajo que hicimos los veteranos", subrayó Jordan.
El ex jugador de los Bulls y de los Wizards reiteró antes de dejar la sala de prensa que se sentía orgulloso de todo lo que había logrado en los años que fue jugador de baloncesto.
"Estoy convencido que ahora sí que puedo avanzar en otra dirección sin que tenga ningún problema como me sucedió en las dos veces anteriores que dije que me iba por distintas razones, pero sin haber podido romper el lazo de unión que tenía con el deporte que ha sido mi auténtica pasión", agregó Jordan.
A partir de ahora, Filadelfia será recordada como la ciudad en la que "Air" Jordan hizo su tercera y definitiva declaración que no era más jugador profesional de la NBA en activo, una distinción única e histórica que no pudo conseguir Chicago y mucho menos Washington.